Monday, March 5, 2018
Periódico El Pueblo
Publicado en El Pueblo n° 66
(febrero de 2018)
La tendencia de
las masas populares hacia la protesta ha puesto cada vez más en evidencia cuán
importante es la participación de la mujer en la lucha obrera y popular, tanto
en Chile como en el resto del mundo.
Cada vez son más
las mujeres que han dejado de lado sus miedos para convertirse en dirigentas de
sus organizaciones, para combatir decididamente la explotación y la opresión,
expresada también en el patriarcado, el feminismo burgués y todas las formas en
que a las mujeres del pueblo se les quiere hacer creer que no valen nada.
En este número
queremos destacar a dos ejemplares jóvenes mujeres que han defendido
férreamente a su pueblo y, desechando cualquier prejuicio sobre ellas, se
pusieron a la cabeza de la luchas en sus respectivos países, como parte de las
luchas revolucionarias a nivel mundial.
Remis Carla fue una estudiante de
Educación en la Universidad Federal de Pernambuco, Brasil. Desde el 2012 venía
desempeñándose en varias tareas al servicio de la revolución. Lo que la motivó
a sumarse a la lucha fue haberse encontrado, en un acto, con el periódico A
Nova Democracia, en el salón de del Centro de Educación de su Universidad. Ese
mismo año la compañera ingresó al Movimiento Estudiantil Popular
Revolucionario (MEPR) y al Movimiento Femenino Popular (MFP), así como también
fue activista del Colectivo Bagaço.
La compañera se comprometió
fervorosamente con la Revolución Agraria en Brasil, luchó en defensa de los
derechos estudiantiles, y toda su participación política estuvo bajo el alero
de la ideología científica del proletariado. La última actividad política en la
que Remis participó fue un estudio de la entrevista, recién publicada, de la
camarada Laura, comandante del EPL (Ejército Popular de Liberación) y dirigente
del PCP (Partido Comunista del Perú).
El 17 de diciembre del 2017 Remis desapareció sin advertencia alguna, por lo
que, tras mucha persistencia, sus familiares consiguieron dejar constancia en
la policía 48 horas después. El día 23 del mismo mes, el cuerpo de Remis fue
encontrado envuelto en una sábana y enterrado en una cueva ubicada a diez
metros de la casa de su ex novio, Paulo César, quien confesó haberla asesinado.
La compañera tenía 24 años y fue ella misma quien, un mes antes de su
asesinato, dejó constancia en una comisaría, denunciando las amenazas y agresiones
de su ex novio. Sin embargo, la policía fue sarcástica con la compañera,
llegando a sugerir que ella habría hecho las marcas de agresión en su brazo con
tinta de lápiz.
Si el cuerpo de la compañera fue
encontrado, es exclusivamente porque los familiares, amigos y compañeros de la
joven insistieron en poder encontrarla. La policía se negaba a buscarla y tuvo
una postura negligente con la situación, intentando absurdamente culpar a Remis
de su propia desaparición. Es así como se organizó la campaña “¿Cadê Remis?”
(¿Dónde está Remis?), movilización que tuvo gran repercusión entre las masas y
que tuvo una base clasista, identificando al Viejo Estado como enemigo del
pueblo. La intensa movilización y organización popular fue la responsable de
develar lo ocurrido.
Gracias a esta movilización Remis tuvo un entierro digno, al cual asistieron alrededor de 300 personas y donde se le rindió homenaje por su entrega al pueblo y su labor revolucionaria. Los ecos de esta despedida no sólo se quedaron en Brasil, sino también resonaron por Chile y Alemania, donde se le rindió homenaje.
La otra compañera que es un ejemplo de dignidad es Ahed Tamimi, quien desde los 11 años participa activamente de las protestas que se realizaban en su poblado, con el objetivo de liberar a Palestina de las garras yanquis y sionistas.
Gracias a esta movilización Remis tuvo un entierro digno, al cual asistieron alrededor de 300 personas y donde se le rindió homenaje por su entrega al pueblo y su labor revolucionaria. Los ecos de esta despedida no sólo se quedaron en Brasil, sino también resonaron por Chile y Alemania, donde se le rindió homenaje.
La otra compañera que es un ejemplo de dignidad es Ahed Tamimi, quien desde los 11 años participa activamente de las protestas que se realizaban en su poblado, con el objetivo de liberar a Palestina de las garras yanquis y sionistas.
Ahed Tamimi ya demostró a esa
edad una furia revolucionaria ejemplar cuando encaró a las fuerzas militares de
Israel, ya sea a bofetadas o a gritos, por estar constantemente amenazando la
vida de su familia y la de su pueblo.
El pasado 15 de diciembre la
compañera fue formalizada por la ley corrupta israelí por abofetear y patear a
uno de los militares, luego de que le dispararon a su primo en la cara con una
bala de goma. Actualmente, Ahed se encuentra detenida por la milicia a la
espera del juicio ante los tribunales de la ocupación parasitaria israelí. Ella
es una de las 4 mujeres en su familia que fueron acusadas injustamente, demostrando
que el terrorismo imperialista yanqui y nazi de Israel no logrará paralizar a
las mujeres palestinas. Las masas han tomado partido por Ahed, quien en estos
momentos es considerada una heroína y un ejemplo de lucha a seguir.
La lucha revolucionaria conlleva
saber cuáles son los costos de ésta. Sin embargo, estas valerosas mujeres
barrieron con el individualismo y pusieron su vida al servicio de la clase
obrera y el pueblo. Esto es lo que brilla de la lucha feminista proletaria y
nos recuerda que, mientras haya compañeros y compañeras al servicio del pueblo,
nunca será en vano, ya que en todos los lugares del mundo están brotando las
más hermosas semillas que retoman y desarrollan el camino de la Revolución.
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