Publicamos
a continuación un valioso documento de los camaradas del Colectivo
por la Reconstitución del Comunismo,
dedicado a polemizar con la Propuesta
de formulación de una línea general para
la unidad del Movimiento Comunista Internacional, presentado por la Unión Obrera Comunista mlm. Saludamos
en primer término a los camaradas por su actitud revolucionaria al estar
estudiando y debatiendo responsablemente nuestra propuesta, y por iniciar
expresando que “Hemos de decir que
compartimos gran parte de lo que en el extenso documento se desarrolla, y si
bien hay aspectos que no compartimos, nos han aportado argumentos y
determinación para contribuir a su propósito de perseverar en la construcción
de las condiciones subjetivas de la revolución socialista, a la vez que se
desarrolle una lucha feroz con la línea revisionista y oportunista en el seno
del proletariado revolucionario”
Invitamos
a los demás camaradas que comparten la necesidad de desarrollar esta polémica para
avanzar en el proceso de Unidad-Lucha-Unidad, a estudiar el documento de los
camaradas detenidamente, y confrontarlo con la Propuesta presentada por la Unión
Obrera Comunista mlm; aportar profusamente a este debate, y claro a todos los
demás aspectos que forman parte integral de toda la propuesta de Formulación.
Que el desarrollo del debate entre los comunistas revolucionarios allane el camino
hacia la unidad en una Nueva Internacional Comunista.
Periódico Revolución Obrera
16 de junio de 2019
Reflexiones sobre la Internacional Comunista de nuevo tipo
Valgan estas líneas como aporte al debate para la tarea de
forjar la futura Internacional Comunista, el partido Proletario Mundial de
nuevo tipo. Así como una contribución a la conmemoración del centenario de la
fundación de la IIIª Internacional, el germen de lo que Lenin llamaría: la
república soviética universal.
Este documento ha sido elaborado
como respuesta a la propuesta de la Unión Obrera Comunista (MLM) de Colombia
sobre Propuesta de formulación de una línea general para la
unidad del Movimiento Comunista Internacional que se editó en su revista
teórica Negación de la Negación nº 5 de Agosto de 2016, donde se llama a la
discusión internacional de los comunistas.
Hemos de decir que compartimos gran
parte de lo que en el extenso documento se desarrolla, y si bien hay aspectos
que no compartimos, nos han aportado argumentos y determinación para contribuir
a su propósito de perseverar en la construcción de las condiciones subjetivas
de la revolución socialista, a la vez que se desarrolle una lucha feroz con la
línea revisionista y oportunista en el seno del proletariado revolucionario.
Vamos a dividir nuestra aportación
al debate propuesto por los camaradas de la UOC (MLM) en dos partes separadas
para despejar las posibles interferencias que se puedan dar durante la
discusión, ya que son temas que consideramos fundamentales. El primer tema, que
es el que exponemos a continuación, está relacionado con la reconstitución del
Partido Comunista, mientras que el segundo, que publicaremos posteriormente una
vez se haya debatido el primero, va a estar dedicado al Balance Histórico de la
Internacional Comunista, siguiendo el hilo conductor del documento que publicó
la UOC (MLM) con el título ¡La unidad internacional de los comunistas
exige las derrota del revisionismo y de toda forma de oportunismo!, en
respuesta a una publicación del año 1984 de una organización española ya
desaparecida (Unión de Lucha Marxista-Leninista) titulada Sobre los partidos m-l como
herederos de los errores del periodo 1935-1956 y que se reprodujo el 24 de
Enero de 2018 en el Blog Dazibao Rojo. Vayamos sin más preámbulo al tema que
nos ocupa en estos momentos.
La reflexión sobre la Internacional
Comunista es un tema que debemos asumir los comunistas comprometidos con la
superación del régimen capitalista de producción si queremos estar a la altura
de las tareas que nos exige la revolución socialista, máxime cuando esta
revolución adquiere un carácter general sin tener que atender a un mayor o
menor desarrollo económico de cada país en cuestión, pues se ha llegado a la
situación, determinada por la fase imperialista del capital, en la que los
distintos países constituyen un eslabón de la cadena imperialista de un único
sistema económico mundial, ocupando cada país el lugar que le corresponde por
el desarrollo de sus fuerzas productivas en el contexto general de ese sistema.
La fase imperialista del capital,
como resultado del desarrollo objetivo del proceso de producción capitalista,
impulsa de una manera general el carácter universal de la Revolución Proletaria
Mundial (RPM). Ello no suprime, sino que hace más necesario, que la revolución
proletaria se realice en cada país, debido a la organización nacional del
proceso de producción capitalista que entra en competencia con la cada vez más
internacionalización de la producción impulsada por los mecanismos del
desarrollo capitalista, siendo su motor el capital monopolista que hace que en
su actuación haya una mayor concentración y centralización de los medios de
producción, transcendiendo las barreras que imponen las fronteras nacionales,
lo que hace que se conjugue dialécticamente el carácter universal de la
revolución proletaria con el carácter particular de su realización. Con ello se
cumple los dos aspectos que define a toda contradicción: 1) que lo particular
está ligado a lo universal, y 2) que lo universal reside en lo particular. Las
tesis acerca de la RPM y la revolución proletaria en su solo país están
desarrolladas desde el punto de vista teórico porque dependen de las
condiciones objetivas del desarrollo capitalista de acuerdo a un sistema que
tiene un carácter mundial, pero no así de su realización, es decir, tratadas
desde el punto de vista de su aspecto subjetivo.
Como hemos dicho, el imperialismo
como etapa superior y final del capitalismo, aporta al desarrollo histórico de
la sociedad dos aspectos que son esenciales para comprender el tránsito al
socialismo como consecuencia de la maduración de las contradicciones internas
del sistema capitalista, por un lado, y la emergencia del sujeto revolucionario
perfectamente internacionalizado, producto del sistema mundial y de la
internacionalización de su carácter como clase por compartir los mismos
intereses económicos y políticos, por otro. La implosión del sistema capitalista por la acción del sujeto
revolucionario -ya no es necesaria cualquier etapa intermedia a la
construcción del socialismo-, y la constatación de que dicha revolución
es parte del sistema mundial de la revolución proletaria -no atendiendo
sólo a las condiciones concretas de ese país, sino parte de las contradicciones
generales del capitalismo a nivel mundial y su interrelación con las de cada
país concreto.
El
imperialismo, como modelo de producción internacionalizado, encadenó a todos
los países -con sus modos específicos de
producción- en una sola economía mundial, donde la economía de cada país
es un eslabón de una sola cadena, que obedece y sirve a la producción, la
realización de la plusvalía, la acumulación y la centralización del capital
mundial.[1]
Este
análisis lo consideramos correcto.
El
capitalismo imperialista ha creado y ampliado la base material
para
la construcción del socialismo en todo el mundo, acentuando la lucha
revolucionaria del proletariado por el derrocamiento del poder capitalista y
por la expropiación de la burguesía en todos los países![2]
Esta conclusión es correcta pero
incompleta si no va acompañada del
avance de la conciencia proletaria y del desarrollo de la praxis revolucionaria
(existencia del partido comunista como movimiento revolucionario). De lo
contrario, siendo cierto el párrafo, puede
llevar a reforzar la idea del determinismo histórico.
Entendemos que la IC no puede ser sólo
fruto de la necesidad de su objetivación debido al desarrollo de las relaciones
capitalistas de producción, sino, sobre todo, resultado de la dialéctica de la
conciencia proletaria que aborda la realidad social desde el punto de vista de
su transformación revolucionaria. Desde este aspecto es como queremos abordar
su reconstitución dado que, desde su necesidad, no hay tema de discusión: es
asumido por todas las organizaciones consecuentes con su objetivo de
existencia.
El funcionamiento del sistema
capitalista de producción despliega unas férreas leyes, a las cuales está
sometida irremediablemente la acción de todos los capitales. Una de esas leyes es
la caída tendencial de la cuota de ganancia, lo que obliga a los distintos
capitales a una mayor explotación del trabajo asalariado, tanto desde el punto
de vista intensivo como desde el extensivo, con el objeto de amortiguar, en la
medida de lo posible, dicha tendencia en la competencia entre ellos, lo que
empuja y acelera la repetición de las crisis económicas (en el imperialismo
adquiere un carácter mundial) debido a la tendencia de los capitales a producir
más, por su actuación privada e individual, chocando con la realidad social de
no poder consumir todo lo producido por la envoltura capitalista de la
producción (mercancías). Durante las crisis económicas se pone en evidencia en
toda su expresión el carácter capitalista de la producción (tendencia a la
extensión de la producción como norma general de la producción y tendencia a restringir
el consumo general por parte de las masas obreras como expresión del doble
carácter del trabajo en el capitalismo: como productor de valores de uso y como
productor de valores de cambio, lo que indica que el consumo está mediado por
la compra y venta de valores de cambio).
Que estén dadas estas condiciones
materiales (organización mundial de la producción como un mismo sistema debido
a la concentración y centralización de los medios de producción) no implica que
la IC surja como un hecho necesario, pues ello depende del desarrollo que haya
alcanzado la conciencia revolucionaria en el seno de la clase obrera (tarea de
la vanguardia m-l) que se va reconstituyendo mediante la lucha de dos líneas y
la fusión con una parte de las masas proletarias como movimiento
revolucionario, es decir, como partido comunista. Para comprender correctamente
este proceso - el de su reconstitución -, hay que tener en cuenta que la clase
proletaria no nace revolucionaria (la explotación no constituye una condición
necesaria para la formación de la conciencia de clase), sino que se hace a
través de su praxis por destruir las condiciones materiales y políticas de las
relaciones capitalistas, creando las
condiciones que van a dar objetividad a relaciones sociales sin ninguna base
para que se pueda desarrollar cualquier tipo de explotación económica u
opresión política, bajo la organización de un sistema de relaciones ideológicas
y políticas encaminadas a la destrucción del mundo burgués.
El capitalismo,
como todos los anteriores modos de producción, nació, se desarrolló y se está
muriendo. El sistema económico social capitalista ya dio todo lo que tenía para
dar y creó las condiciones para avanzar al socialismo; sobrevive, únicamente,
gracias al oxígeno proporcionado por el oportunismo.[3]
Compartimos el espíritu de este
párrafo pero lo consideramos incompleto, tanto en su primera como en su segunda
parte, dado que para que se comprenda en toda su amplitud y no cree ningún tipo
de dudas al leer cualquier formulación o expresión relativa a la teoría del
tránsito de un modo de producción a otro, y en especial el tránsito del
capitalismo al socialismo, se tienen que dar tanto las condiciones objetivas -creadas por el propio desarrollo del régimen
capitalista de producción- como las subjetivas
-creadas por el desarrollo de la conciencia revolucionaria, esto es, la
construcción y reconstitución del partido comunista como movimiento
revolucionario-. Hay que hacer siempre hincapié en este último aspecto pues de
lo contrario se le está ofreciendo, sin ser con ello consciente, munición
ideológica al revisionismo y al oportunismo para que proyecten una visión
deformada y manipulada de la teoría de la revolución proletaria. Sin los dos
aspectos que hemos señalado es imposible dicho tránsito ya que se articula la
puesta en marcha y desarrollo de la guerra popular, como condición necesaria
del desarrollo de la conciencia revolucionaria (reconstitución del partido
comunista), a la existencia de las condiciones objetivas como medio para la
destrucción del viejo poder burgués y construcción del nuevo poder proletario.
Con estas premisas tanto el revisionismo como el oportunismo son tigres de
papel, pues poco tienen que hacer con el avance imparable del movimiento
revolucionario dado que han sido derrotados temporalmente por la incorporación
de las amplias masas a las tareas revolucionarias, no como movimiento
espontáneo dirigido por el partido sino como movimiento revolucionario fundido
al partido mediante praxis revolucionaria.
Esta praxis comprende la asimilación de la teoría marxista -por
tanto del papel histórico del proletariado en la sociedad capitalista-, y la praxis dirigida a transformar la realidad social en una dirección
determinada -de acuerdo a sus intereses de clase- que
coincide con el desarrollo alcanzado por las fuerzas productivas de la sociedad,
constreñida hasta ese momento por el carácter capitalista de los medios de
producción -para que se despliegue sin ninguna traba artificial, esto es,
condicionada por el capital. Dada la complejidad de la producción capitalista,
la explotación del trabajo ajeno no es visible a simple vista, no puede ser
observado por los trabajadores sobre los que recae la explotación de su fuerza
de trabajo. Dicha realidad no es evidente por el simple despliegue de su fuerza
de trabajo como ocurría en el modo de producción esclavista o feudal, Y esto dificulta
la simple toma de conciencia de su explotación, paso previo para la toma de
conciencia política para la lucha por la eliminación de las relaciones económicas
en donde reside la explotación asalariada. La importancia del descubrimiento
científico del concepto plusvalía es que enseña
al proletariado el camino para conseguir su liberación como clase explotada y,
por tanto, -como clase determinada por el desarrollo del proceso histórico- a
eliminar las condiciones de explotación de una clase por otra: las relaciones
económicas basadas en la propiedad privada de los medios de producción. Desde
ese preciso instante la lucha por la liberación del proletariado se convierte
en una tarea colectiva: por un lado, en una tarea comprensiva (conocer los mecanismos sociales de la explotación
capitalista, fruto del estudio científico); por otro, una tarea política (actuación como clase en donde
cada proletario no es más que una parte necesaria del todo).
Por tanto, si ello es así, como
nosotros pensamos, sólo cabe centrarse en preparar la revolución proletaria
desde el punto de vista subjetivo, es decir, desde la creación de las
condiciones ideológicas y políticas del sujeto que tiene que llevar a cabo
dicho proceso revolucionario para que, de acuerdo con las condiciones generales
y particulares en donde se desarrolle la praxis revolucionaria, pueda
concretarse de una manera efectiva la revolución proletaria. En ello debemos
centrar el debate fundamentalmente.
La construcción o, mejor dicho, su
reconstitución no puede ser obra del proceso en que se desarrollan las
contradicciones del sistema capitalista, como así se ha creído y actuado
durante mucho tiempo. Nuestro colectivo ha sido víctima -asumiendo los errores
del pasado como ciertos- y verdugo -reproduciendo esta concepción como
acertada- de este error común a muchas organizaciones comunistas en el proceso
de construcción del sujeto revolucionario. Hemos reproducido la concepción
cientifista del marxismo y la organicista del partido comunista que tanto daño
han producido al desarrollo del marxismo como praxis revolucionaria.
El movimiento espontáneo de las
masas no es otra cosa que eso, movimiento obligado de los obreros comunes por
su empeoramiento de sus condiciones de vida y trabajo al servicio del capital.
Esta fracción numerosa de la clase no conforma el germen de la revolución
proletaria, sino el destacamento que seguirá a la zaga al movimiento
revolucionario hasta su lenta pero paulatina incorporación mediante la praxis
revolucionaria. Como decimos, la reconstitución del sujeto no es fruto del
proceso, como se ha crecido durante tanto tiempo, sino obra consciente del
elemento activo del prepartido, es decir de la vanguardia ideológica del
proletariado, de su voluntad y certeza para reconstituir el sujeto
revolucionario. Entender que dicho partido es fruto del proceso significa
quedarse atrapado en el fetichismo del movimiento espontáneo de las masas, pues
se constituye como el elemento determinante en la relación de las masas y la
vanguardia, el que le indica que está maduro para asumir la dirección de la vanguardia,
cuando ello no es más que puro idealismo basado en la errónea percepción de que la revolución la
hacen las masas dirigidas por el "partido" como destacamento de
vanguardia separada de las masas: relación metafísica vanguardia/masas que
antecede a toda concepción mecanicista de los dos elementos que constituyen
cualquier realidad, ya sea material o social.
El
partido como relación social
Hay que hacer un esfuerzo para
lograr enterrar de una vez para siempre la concepción organicista del partido,
es decir, la consideración de que el partido comunista es la estructura
organizada de la vanguardia en torno a una línea política que acoja los
principios del m-l y el análisis materialista de la realidad concreta. Esta
concepción la consideramos errónea de principio a fin, y así se lo manifestamos
a los camaradas de la UOC (MLM).
El partido es el destacamento organizado, de vanguardia y el
jefe político de la clase obrera.[4]
En el esfuerzo por construir el Partido
Comunista Revolucionario de Colombia debemos vincularnos a las masas para
fundir el socialismo con su movimiento espontáneo, de dirigir todas sus
manifestaciones hacia el objetivo de la conquista del poder político.[5]
Reafirmamos la exhortación a todos los
comunistas revolucionarios en Colombia a ponernos de cara ante un periodo de
trabajo tesonero por concretar la unidad de los comunistas revolucionarios en
un solo Partido. Reafirmamos nuestra confianza en que este llamado será bien
recibido por nuestros camaradas de otras organizaciones y todos los
revolucionarios que en Colombia luchan por su construcción[6]
Hasta ahora hemos dicho que la IC es
una necesidad para la organización del proletariado a nivel planetario, pues
hunde sus raíces en un hecho objetivo, es decir, en el carácter internacional
del trabajo como consecuencia de la internacionalización de las condiciones de
la producción capitalista, aunque como una condición extraña a su propia
conciencia colectiva, derivado, por así
decirlo, de su etapa de dependencia ideológica y política de la burguesía.
Repetimos, eso no es todo ya que la IC es, además, una condición intrínseca de
la naturaleza propia del proletariado como clase independiente de la burguesía,
en donde no solo define su objetivo histórico sino que emplea su praxis
revolucionaria para hacerla realidad como emancipación de la Humanidad, pues de
lo que se trata es de eliminar las clases sociales. Por eso, el primer paso del
proceso revolucionario es la reconstitución del Partido Comunista, el sujeto
que lo va a dirigir, pues ello va a depender tanto del contenido como de la
forma del proceso.
Entendemos que la concepción
organicista del partido, que ha sido dominante en el seno del movimiento comunista,
pertenece a un esquema antiguo de la construcción del partido, más propio del
partido obrero que del revolucionario, todavía atrapado en la ideología pre
revolucionaria que se centra en el fenómeno de la estructura de lo real que en
su contenido entendido como relación
social, aunque ha tenido de positivo que intenta escapar de la visión del
mundo burgués pero sin conseguirlo en toda su amplitud al quedarse a medio
camino: concibe al nuevo partido como un partido de clase (obrero) pero no de
la clase (revolucionario), solo expresión de la vanguardia que se lo transmite
a la clase considerándola como movimiento espontáneo.
Es muy importante para tal tarea
tener claro que el Partido Comunista no puede ser considerado como la
Vanguardia organizada políticamente, ya que ello es simplemente una parte,
aunque la principal del proceso de reconstitución del partido. Hablamos de
reconstitución pues hablar de la difícil pero simple constitución no nos sirve
en las actuales circunstancias, dado que es necesario realizar un exhaustivo
Balance del Ciclo de Octubre con el propósito de corregir y eliminar aspectos
que se daban como correctos pero que se han ido demostrando erróneos, como por
ejemplo el tema que estamos tratando, el tema del partido. Considerar la autoproclamación
de la vanguardia como partido, como ha ocurrido en multitud de ocasiones, es un
error monumental que ha tenido graves consecuencias para el Movimiento
Comunista pues ha permitido que se desarrollaran y fortalecieran concepciones y
prácticas claramente revisionistas y oportunistas en las filas de multitudes de
organizaciones.
Como decimos, la existencia o no del
partido no puede depender de la apreciación subjetiva de la vanguardia, sino
del resultado objetivo de un proceso social entre la vanguardia y parte de las
masas, en donde el elemento determinante es la ideología dado que constituye el
cemento que va a fusionar y no
simplemente unir las dos partes que conforman la reconstitución del partido
como movimiento revolucionario que actúa sin dependencia del movimiento
espontáneo de las masas pero aspirando a atraérselo mediante una línea de masas
acertada basada en los principios de la revolución proletaria.
Es misión del Partido llevar la conciencia
socialista al movimiento obrero, guiar al proletariado al frente de las masas
trabajadoras, a la conquista del poder político y construir, sobre las ruinas
del viejo Estado reaccionario, el nuevo Estado de Dictadura del Proletariado[7]
De la lectura se deduce que el
Partido es considerado la vanguardia de la clase con respecto a las masas, sin
tener en cuenta que partido y vanguardia son dos realidades cualitativamente
distintas. Efectivamente, el partido es la vanguardia de la clase, pero es otra
cosa muy distinta a la vanguardia organizada. Al identificar el partido con la
vanguardia organizada políticamente se está dando por entendido que entre
vanguardia y masas no hay ningún intermediario y, por lo tanto, se puede
establecer una relación directa de tú a tú entre ambas partes, cuando en realidad
es a través de ese intermediario
como se hace posible y efectiva la articulación política entre la vanguardia y
masas para construir el partido. Hay que tener en cuenta que tanto la
vanguardia como las masas no son
totalidades homogéneas, existen distintos niveles en su interior que los
diferencian como partes de la totalidad, determinándose relaciones políticas
específicas para resolver dichas diferencias.
Repetimos. Debemos desechar por
completo esta errónea concepción para centrarnos en la idea del partido como
relación social, relación que establece la vanguardia m-l con las masas, que se
especifica como Línea de masas y,
posteriormente, como Praxis
revolucionaria. En este sentido, el partido es el sistema de relaciones
sociales de la clase como praxis revolucionaria. Esta praxis es resultado de la
multiplicidad de relaciones entre la vanguardia y los distintos niveles
políticos de las masas cuando ya está constituido el partido, es decir, la
fusión de la conciencia revolucionaria y el movimiento de la clase como clase para sí. Desde esa etapa del
proceso de reconstitución del partido, la clase ya no sería la existencia de
dos elementos separados (la vanguardia y las masas, el movimiento de la
conciencia revolucionaria y el movimiento espontáneo de las masas), sino la
unidad dialéctica de sus dos elementos como praxis revolucionaria que actúa
para transformar la realidad social.
El Partido o, lo que es lo mismo, la
relación social de la vanguardia y las masas como praxis revolucionaria, es lo
que transforma a la clase como simple movimiento de masas en movimiento
revolucionario. En este sentido, el partido transforma a la clase
cualitativamente, de clase en sí en clase para
sí, a la vez que la clase asimila a la vanguardia como parte integrante
suya.
Como nos encontramos en los
principios de la reconstitución del partido allá donde no se haya producido,
debemos centrarnos en la Vanguardia
Ideológica (aspecto principal del movimiento revolucionario, resultado de
la fusión práctica que se va reconstituyendo mediante la lucha de dos líneas en
el seno de la Vanguardia y su Línea de
masas (entre ella con una parte de las masas a través de la difusión del ml
y su aplicación a los problemas concretos de la revolución proletaria (sistema
de relaciones ideológicas, políticas y organizativas). La Vanguardia no puede
esperar pacientemente a que las "masas" hagan explosivas sus
relaciones económicas con la burguesía porque nunca ocurrirá el salto
cualitativo de lo económico a lo político, como tampoco ocurrirá lo contrario,
que la Vanguardia con acciones alejadas y no comprendidas por las
"masas" va a conseguir que éstas sigan mágicamente la senda marcada
por la "vanguardia" pues no hay ligazón ideológica y política ni
organizativa, es decir, lo contrario al concepto de fusión que debe prevalecer
entre las relaciones vanguardia - masas.
La
dialéctica de la conciencia
El concepto de clase está
determinado en un principio por las relaciones sociales de producción: aparece
ante los individuos que se preguntan sobre ello como una totalidad abstracta.
En este sentido, pertenecen a una clase aquellos individuos que realizan una
determinada función a tenor del lugar que ocupan en la producción: es una
determinación externa a la conciencia y voluntad de los individuos que les
viene impuesta por su condición social. Pero esta determinación no abarca
todavía la totalidad del concepto. Si todo concepto es expresión de una
realidad material o social, fruto de relaciones objetivas, en el caso del
concepto clase social es fruto de las relaciones sociales entre distintas
clases y entre los elementos que conforman las clases; lo que define a los
pertenecientes a una clase no es su lugar en la producción, sino su posición
ante las condiciones de la producción. La clase es tal en la medida que es
totalidad en acción, y la pertenencia a esa clase ya no depende de la función
que realiza sino de la posición que adopta como parte de la clase.
Así, conforme
disminuye progresivamente el número de magnates capitalistas que usurpan y
monopolizan todos los beneficios del proceso social de producción, crece la
masa de la miseria, de la esclavización asalariada, de la degeneración, de la
opresión y la explotación; pero crece también la rebeldía de la clase obrera,
aleccionada, unificada y organizada por el mecanismo del propio proceso
capitalista de producción.[8]
Todas estas
teorías tienen una esencia revisionista común: conciliar con el imperialismo,
impedir la unión de las principales fuerzas de la sociedad contra el
imperialismo, apagar el ímpetu revolucionario de las masas obreras y campesinas
en los países oprimidos, en fin, estropear la verdadera lucha antiimperialista.[9]
La razón principal
de la tardanza del triunfo revolucionario en los países imperialistas, está en
la situación de postración del movimiento obrero durante casi un siglo,
escindido por el imperialismo, relegado a un lugar sin importancia social por
la socialdemocracia, engañado y desgastado en la lucha parlamentaria por una revolución
deformada en movimiento democrático burgués contra los "excesos" del
capital monopolista, abatido y amordazado por la traición y degeneración
oportunista de sus partidos en cada país, por el peso que tuvo entre los
comunistas la línea errónea de condicionar el triunfo de la revolución en los
países imperialistas, a la victoria en los países oprimidos.[10]
Como
es oportunismo de "izquierda" desconocer que la fuerza objetiva del
movimiento de masas contra el sistema capitalista, contra el dominio de los
monopolios y el capital financiero, es de hecho, una tendencia incipiente hacia
la conciencias de la necesidad de derrotar y sepultar al imperialismo.[11]
No se puede perder de vista para
sacar conclusiones sobre este aspecto una cosa importante, a saber: dentro de
la clase obrera existen dos esferas de conciencia, la espontánea (masas) y la
revolucionaria (vanguardia), y dentro de la espontánea, la inconsciente
(amplias masas) y la consciente (determinadas masas). Las amplias masas forman
parte de la clase (es una condición objetiva) pero no por ello tienen
conciencia de clase, ni mucho menos conciencia revolucionaria, ya que ello es
fruto del conocimiento científico de la realidad social y de la aceptación de
una teoría revolucionaria. Lo que determina su nivel de conciencia es su posición política, que depende no de
su actividad reivindicativa sino de su comprensión del proceso histórico como
un proceso de lucha de clases y su resolución ligado a sus intereses de la
clase a la que objetivamente pertenece. Por eso, si esto no está claro, la
comprensión y aceptación de la propaganda revolucionaria difundida por la
vanguardia no tiene de por sí un
impacto positivo, si no está posicionada la conciencia políticamente, lo que
excluye a las amplias masas, si no es a través de la intermediación de una
parte de la clase: los que tienen conciencia de clase. Este es el proceso
general de la formación de la conciencia, proceso en donde el proletariado va
elevando su nivel de conciencia.
La conciencia de la clase se puede
considerar, a grandes rasgos, el sistema ideológico que da lugar a una
representación organizada de las condiciones de existencia del ser humano con
su entorno natural y social que le condiciona y, sobre todo, los medios para
transformarlo con el objeto de adecuarlo a sus necesidades. La premisa de la
conciencia de clase proletaria en el capitalismo es la aceptación y asunción de
que la sociedad está dividida en clases sociales determinada por las
condiciones en que producen sus bienes materiales. Dichas clases chocan y se
enfrentan por la defensa de sus intereses, que en el caso de la burguesía y el
proletariado son además irreconciliables, condición de su lucha como reflejo de
la contradicción fundamental del capitalismo entre el carácter social de la
producción, fruto del desarrollo de las
fuerzas productivas, y el carácter privado de la apropiación, consecuencia de
la propiedad privada capitalista de los medios de producción.
La explotación económica a que está
sometido el proletariado no es germen o condición de la conciencia de clase,
puesto que como hemos dicho ésta no está dada sino que se hace a través de un
proceso de interiorización de la teoría marxista de la lucha de clases. Ello es
así porque, por un lado no se podría explicar que un no obrero pudiese adquirir
conciencia de clase proletaria, lo cual no es cierto dado que la citada conciencia
tiene su expresión práctica como posición política, la cual no depende de la
pertenencia a una clase sino de su praxis; y, por otro lado, si la conciencia
de clase fuera innata en los obreros por ser obreros, todos estos por ser
explotados la tendrían latente hasta que se desplegase en el transcurso de su
vida social a través de su actividad de manera espontánea o natural.
Lo característico de la conciencia
de clase en el capitalismo es que dicha representación ideológica no puede
adquirirla el proletariado de manera espontánea mediante su lucha
reivindicativa de carácter económico si no va unida a una mínima comprensión de
la teoría marxista de la lucha de clases, que se va asumiendo a través de un
proceso intelectual impulsado por la voluntad del individuo interesado en
aprehender dicha teoría. Sin este proceso intelectual, teórico, la lucha
espontánea se queda en una mera lucha reivindicativa sin ningún rescoldo, pues
cesa la acción tal cual empezó hasta que comienza una nueva que se repite
exactamente como el proceso anterior.
Si no existe conciencia de clase,
las orientaciones y dirección que le puede impulsar la vanguardia
revolucionaria a la lucha espontánea no aportan elementos políticos para la
formación de la conciencia si no va acompañado del proceso educacional de la
teoría marxista de la lucha de clases que no se aprende como expresión del
proceso de la lucha espontánea, economicista. En otras palabras, esa conciencia
le viene de fuera del movimiento espontáneo, de la convicción de que la lucha
de clases es necesaria pues constituye el motor de los cambios sociales y,
sobre todo, la condición de la liberación del proletariado si está guiado por
la teoría marxista de la revolución. En la formación de la conciencia de clase
es fundamental que el individuo asimile y haga suyo que su actividad está
sujeta a los intereses económicos de su clase, pues él no es si no parte de la
clase a la que pertenece. En este proceso de formación y asimilación de la
conciencia de clase se van creando los elementos ideológicos y políticos que
desligan y desechan la estrecha concepción práctica de la lucha por sus
intereses económicos, por defender sus condiciones de vida y trabajo sin atender
a la clase a la que pertenece. Ello no es posible sin tener en su cabeza el
concepto de clase como sustituto de obrero: es el salto cualitativo en el
concepto y la práctica social de obrero para convertirse en clase.
Otra cosa muy distinta es que una
vez reconstituido el partido (movimiento revolucionario), éste ya si dirige a
las amplias masas para con su dirección ir a la conquista del poder político
puesto que va liberando espacios políticos y desarrollando centro de poder
proletario ejerciendo su propio poder frente al poder de clase de la burguesía
centralizado en los aparatos del Estado burgués.
La
dialéctica entre lo objetivo y lo subjetivo
Cualquier construcción mental es una
burda especulación del pensamiento, una pura ficción, si no tiene su base en la
realidad material. Por ejemplo, la producción del socialismo científico como
cosmovisión y teoría de la revolución proletaria no se podría haber formulado
si no existiera el capitalismo. Sin embargo, que el capitalismo se haya
desarrollado hasta el imperialismo, no implica que el socialismo esté a la
vuelta de la esquina debido a la tendencia del desarrollo capitalista hacia la
Revolución Proletaria Mundial: pensar de esa forma sería determinismo
histórico. Para que ello sea posible en el tiempo hace falta la existencia y
desarrollo del elemento consciente, es decir, el Partido Comunista como hemos
dicho anteriormente, esto es, fusión
y no unión del socialismo científico y las masas explotadas en movimiento
revolucionario. La importante diferencia entre fusión y unión es lo que nos va
a aportar los elementos ideológicos para la comprensión de la esencia del
Partido Comunista como sujeto revolucionario, puesto que la fusión no es la
mera unión, entendida como suma cuantitativa (relación externa de los dos
elementos), sino el proceso de transformación de los elementos (vanguardia
proletaria y masas explotadas) que da como resultado una cualidad distinta.
Con la unión no se contempla a las
masas, a determinadas masas, como parte del Partido, mientras que en la fusión
si se la contempla, ya que es parte integrante, transformada, de la nueva
sustancia, el partido comunista. En la unión, a lo que se aspira es a conseguir
que el "partido" ya constituido como la vanguardia organizada políticamente
dirija a las masas, mientras que en la fusión las masas forman parte integrante
del Partido mediante la praxis del movimiento revolucionario. Esto hay que
tenerlo en cuenta si lo que se trata es de comprender correctamente la
dialéctica entre lo objetivo y lo subjetivo en el proceso de 1) construcción
del sujeto, y 2) transformación de la realidad social, objeto del sujeto
revolucionario, lo cual no se puede dar sin ese sujeto dado que el movimiento
de la vanguardia y de las masas no está fusionado, esto es, no existe como
movimiento revolucionario, lo que significa que no hay praxis revolucionaria,
sino movimiento de la conciencia crítica de la vanguardia y movimiento
espontáneo de las masas. Esto es lo que no se comprende por parte de los
camaradas de la UOC (MLM) a tenor de los documentos elaborados.
La revolución no es el producto de los
deseos subjetivos de los comunistas, sino de la unión de la rebeldía y la
fuerza espontánea demoledora de las masas con el plan consciente de los
comunistas. Si la táctica de los
comunistas no encaja en la realidad y se encuentra divorciada de la lucha
revolucionaria de las masas, sus consignas y llamadas terminan convertidas en
frase hueras y deseos candorosos sobre el futuro luminoso.[12]
… Huelga Política de Masas es objetivamente
la lucha del movimiento de masas, no contra un patrón o conjunto de patronos,
sino contra el Estado y las medidas políticas de los gobernantes, por el
contenido económico y político de sus reivindicaciones comunes a amplios sectores
del pueblo,…[13]
Las HPM no dependen de los deseos
subjetivos de los revolucionarios sino que son formas históricas de lucha que
obedecen a la exacerbación de las contradicciones económicas, políticas y
sociales creadas en condiciones como la actual,…[14]
La tendencia principal del
movimiento de masas es hacia la HPM. [15]
La tendencia objetiva ascendente del
movimiento de masas hacia la generalización de las HPM es en la actualidad la
forma de lucha base de la táctica revolucionaria para dirigir el movimiento en
la conquista de sus reivindicaciones inmediatas, para lograr el máximo avance
ahora en la perspectiva revolucionaria de demoler el poder político y económico
de la burguesía, los terratenientes y el imperialismo, aprovechando la
división, inestabilidad y desprestigio de los gobernantes.[16]
El actual sigue siendo un período
táctico de preparación y acumulación general de fuerzas para la revolución, un
período para fortalecer la confianza de las masas en el poder que emana de sus
propias fuerzas, para reorganizar las filas de las clases revolucionarias, para
reorganizar las filas de las clases revolucionarias, para organizar el Partido
de vanguardia del proletariado y bajo su dirección el Frente de clases basado
en la alianza obrera-campesina y el ejército popular como parte del pueblo
armado .[17]
La política de Reestructuración del
Movimiento Sindical es conscientemente promovida y defendida por los
revolucionarios en miras a una verdadera Central Sindical Revolucionaria.[18]
La línea de Reestructuración del Movimiento
Sindical es una posición correcta porque se corresponde con la realidad
objetiva del movimiento, responde al propósito consciente de no pocos sectores
de base, cuenta con el potencial respaldo de las nuevas organizaciones de
obreros tercerizados de hecho tratados como "ilegales" por los patronos
y el gobierno, de viejas organizaciones que pueden retornar al camino correcto
y de la mayoría de obreros que están por fuera del movimiento sindical.[19]
El plan general de la Táctica
revolucionaria en este período, que en esencia es el plan de construcción del
Partido, hace necesarias varias tareas a la vez, no como tareas paralelas sino
íntimamente relacionadas. La construcción y desarrollo de la organización de
los m-l-m de Colombia - que implica la discusión programáticas en sus filas -
no puede hacerse sino en medio de la lucha por dirigir revolucionariamente el
movimiento espontáneo de las masas, a la vez que como parte de la lucha por
construir la unidad internacional de los comunistas. En otras palabras, la
tarea central de la Táctica Revolucionaria en todo el período ha conjugado
distintos procesos inseparables: la unión de todos los m-l-m en un solo
partido, la unión de todo el pueblo en una gran huelga política de masas, y la
unión de los m-l-m en una sola organización internacional. [20]
El marxismo es una ciencia, la
ciencia de la revolución proletaria. Esta ciencia se apoya en la concepción
dialéctica del mundo, el Materialismo Dialéctico, que concibe las cosas en continuo
movimiento propulsado por sus contradicciones internas, que constituyen las
causas de sus cambios internos. La aplicación de esta concepción al
conocimiento y transformación de la sociedad nos aporta el Materialismo
Histórico, que concibe las condiciones de producción la base de las formas de
vida y pensar de cada sociedad concreta y la lucha de clases el motor del
proceso histórico, los cambios de unos modos de producción a otros.
Con el análisis profundo de Marx y
las aportaciones importantísimas de Engels, ambos contribuyeron de una manera
decisiva al conocimiento de la estructura económica del régimen capitalista de
producción, así como al papel que el proletariado va a desempeñar en dicho
régimen. Para ello contribuyó de una manera decisiva el descubrimiento teórico
de dos aspectos: 1) que en las sociedades divididas en clases el trabajo humano
tiene un doble carácter de clase (por un lado, como trabajo concreto, productor
de valores de uso; por otro lado, como trabajo abstracto, productor de valores
de cambio), esencial para producir el concepto plusvalía y el desentrañamiento
de que el trabajo humano, en determinadas condiciones sociales, constituye el
contenido del valor, es decir, la fuente de donde emana la explotación del
trabajo ajeno, y 2) que la fuerza de trabajo asalariado también adquiere un
doble carácter (por un lado, como productor dependiente del capital y creador
de plusvalía para el capital; por otro lado, como creador de condiciones
materiales y espirituales independientes del capital) que en determinadas
condiciones ligadas al desarrollo político de la clase en consonancia al
desarrollo material del capital hay un salto cualitativo para que se produzca
el concepto sujeto revolucionario y el desentrañamiento de que el proletariado
al constituirse como clase revolucionaria, síntesis de la conciencia y la
acción de clase como praxis revolucionaria, es la condición de donde emana la
transformación de la sociedad capitalista hacia el comunismo.
La correcta o incorrecta comprensión
de este segundo aspecto es lo que determina la delgada línea entre ml y otras
teorías no ml sobre la construcción del partido de nuevo tipo y el modo en que
establece su estrecha relación con las amplias masas obreras y populares para
hacer realidad la revolución proletaria. Las distintas versiones revisionistas
consideran que la clase obrera adquiere su
"conciencia revolucionaria" a través del propio desenvolvimiento de
las lucha de clases, ya que entienden que la conciencia revolucionaria,
necesaria para participar conscientemente en el proceso revolucionario, está
dado en la conciencia del obrero de por sí,
puesto que es depositario de esa conciencia que en su participación
directa va desvelándose por su propia acción junto a otros compañeros de clase
y por la propaganda y agitación de los principios generales de la teoría
marxista como labor del partido constituido. Sin embargo la realidad es otra
cosa muy distinta ya que el obrero medio solo puede aspirar a consolidar una
conciencia de clase puesto que la conciencia revolucionaria es fruto de una
comprensión, asimilación y puesta en práctica de la lucha de clases, es decir,
aportada desde fuera del movimiento político reformista de una parte de la
clase. La conciencia revolucionaria entre los sectores más avanzados de las
masas sólo puede ser creada a partir de la teoría de vanguardia como síntesis
de la vanguardia política del proletariado y parte de las masas que siguen la
línea general de la revolución como movimiento revolucionario.
Estamos de acuerdo que la conciencia
revolucionaria está formada por la creencia y práctica del papel de la lucha de
clases en el desarrollo histórico de la sociedad y el papel concreto del
proletariado en la construcción de una nueva sociedad que elimine las
condiciones de existencia de las clases sociales. También estamos de acuerdo
que la conciencia de clase proletaria es la pertenencia consciente a esa clase,
es decir, la asunción de que tiene que asumir el papel de individuo de esa
clase como clase social, actuar colectivamente como individuo de esa clase.
Tanto un tipo de conciencia como otra no puede ser adquirida como resultado del
proceso de la lucha espontánea si no está unida necesariamente a la comprensión
del papel de las clases en la lucha de clases, esto es, se asume los principios
del socialismo científico.
Y esto es lo que no tiene en cuenta
la UOC (MLM), a nuestro entender, por lo expresado en los párrafos que hemos
reproducido, aunque hay muchos más. No sitúan el aspecto esencial para la
formación de la conciencia de clase, estadio intermedio para la formación de la
conciencia revolucionaria, en la toma de posición política, es decir, en la
comprensión, asimilación y aceptación de los principios del socialismo
científico sino en el desarrollo de las condiciones materiales en que vive el
ser social, en la exacerbación de las contradicciones sociales. Se sitúa en la
condición externa (realidad material) en lugar de la condición interna: la
teoría marxista y la experiencia histórica de la lucha de clases.
Con ello se cede a la concepción
espontaneísta de la formación de la conciencia de clase debido a la excesiva
valoración que se le da a la lucha economicista, otorgándole a las amplias
masas una cualidad que no poseen pues el "ímpetu revolucionario" que
se observa sólo puede ser fruto de la maduración de una posición y una práctica
políticas a partir de la asimilación de la teoría marxista. En la formación de
la conciencia revolucionaria no tienen nada que ver las condiciones materiales
de existencia del individuo o clases, puesto que ello depende de la asimilación
y puesta en práctica de la teoría marxista. Por eso, tanto burgueses,
proletarios o campesinos pueden adoptar individualmente una posición de clase
revolucionaria sin que la extracción de clase sea determinante, dependiendo
para ello sólo de la voluntad y la predisposición del individuo. Otra cosa muy
distinta es qué clase puede y tiene que acometer la revolución socialista.
Lógicamente la burguesía no puede acometer dicha tarea por ir contra sus
intereses como clase. Sólo puede acometerla la clase que no tiene nada que
perder por no tener ninguna propiedad social.
El desarrollo del capitalismo en su
actual etapa imperialista ha conseguido, entre otros aspectos, convertir a la
organización básica de la clase obrera, el sindicato, en un aparato más del
Estado burgués para encuadrar y disciplinar a los obreros en el cumplimiento de
los planes de la economía capitalista. Un tipo de sindicato obrero más propio
de la política reformista que de la revolucionaria como se pone de manifiesto
en la evolución del desarrollo capitalista, que ha cumplido una etapa histórica
mientras no se ha configurado una etapa superior de la construcción del partido
de nuevo tipo. La función del sindicalismo moderno está más ligada a las
funciones de los distintos aparatos del Estado burgués bajo el dominio actual
del capital financiero: planificar la economía a nivel mundial en donde los
obreros son una pata de las fuerzas productivas.
Tampoco se puede caer en el error,
muy común de la argumentación revisionista, de separar políticamente a los jefes de las bases de estos aparatos
sindicales, pues tanto unos como otros defienden los mismos intereses
materiales: el de la aristocracia obrera. Los jefes, élites de los sindicatos,
y las bases, masas sindicales, forman una unidad en la defensa del sistema
capitalista, aunque con diferentes funciones: los primeros, dirigiendo la
conciliación de clases mediante el pacto social; los segundos, poniendo en
marcha los acuerdos alcanzados entre los trabajadores no sindicalizados,
esperando recibir alguno prebenda que les otorgue la patronal.
¿Quiere decir esto que no se debe
hacer trabajo comunista en los sindicatos? No, lo que quiere decir es que el
sindicato no se puede entender como una estructura obrera que puede desarrollarse
como escuela de comunismo pues ello es imposible dado la naturaleza y funciones
de la estructura sindical que cumple en la etapa imperialista. El sindicato
obrero es fruto de una etapa histórica del capital, organización propia de la
formación de la clase en sí, de acuerdo a la organización política de esa
etapa: el partido obrero. La etapa actual no se corresponde con dicha
organización, sino con la organización del Partido Comunista como movimiento
revolucionario y la línea de masas y estructura organizativa apropiada a esta
etapa histórica.
Conclusiones
A pesar de no ser exhaustivo en
nuestras apreciaciones, creemos que es interesante haceros llegar nuestros
desacuerdos con determinadas posiciones pues ello puede propiciar un valioso
debate ideológico en torno a la concepción general del marxismo y a aspectos
particulares de esta teoría general, en concreto sobre la construcción del
partido comunista, el proceso de formación de la conciencia proletaria y la
consideración marxista sobre las masas explotadas, en concreto el proletariado,
y su papel en la revolución socialista.
No podemos ocultar que aún estando
de acuerdo con muchos aspectos de vuestras posiciones ideológicas, no
compartimos algunos planteamientos que consideramos erróneos que pueden
perjudicar la línea general de vuestra organización, como por ejemplo:
1) Una influencia determinista en la
concepción y valoración de la RPM, pues se la da una excesiva preponderancia a
la tendencia objetiva de la decadencia del imperialismo; dejando en un segundo
plano la formación del sujeto revolucionario que dará al traste con el sistema capitalista.
Esto es debido, fundamentalmente, a la incomprensión de cómo se construye el
partido comunista, ya que no se tiene una idea clara del propio concepto.
2) Una influencia obrerista que se
pone de manifiesto en la valorización del movimiento espontáneo de las masas,
considerándolo revolucionario por el hecho de luchar contra la explotación.
Esto es debido a la incomprensión del proceso de transformación de la clase en
sí en clase para sí.
Colectivo por la Reconstitución del Comunismo
Mayo 2019
[1] UOC (MLM): Negación de la Negación 5. Propuesta de Formulación de una Línea General para la Unidad del
Movimiento Comunista Internacional. Agosto 2016, pág. 20.
[2] Ibídem, pág. 21.
[3] Ibídem, pág.16.
[4] Ibídem, pág. 140.
[5] UOC (MLM): Negación de la
Negación, 2: Compendio de Línea de masas. 1- Consideraciones generales. Mayo
de 2003, pág. 4
[7] UOC (MLM): Negación de la
Negación 5. Propuesta de Formulación de
una Línea General para la Unidad del Movimiento Comunista Internacional. Agosto
2016,pág. 140.
[8] Ibídem, pág. 17.
[9] Ibídem, pág. 31.
[10] Ibídem, pág. 63.
[11] Ibídem, pág. 66.
[12] http://blogrevolucionobrera.blogspot.com:
Sobre la vigencia de las huelgas
políticas de masas. Diciembre 2018.
[13] Ibídem.
[14] Ibídem.
[15] UOC (MLM): Situación actual,
Táctica revolucionaria y Tarea de los comunistas. Agosto 2017, pág. 19
[16] Ibídem. pág. 21.
[17] Ibídem. pág. 21.
[18] Ibídem. pág. 23.
[19] Ibídem. pág. 23.
[20] Ibídem. pág. 31.
HOLA DE Lmm/editor, de lukyrh.blogspot.com // os hemos mandado este trabajo,por
ResponderEliminarA.- ) EL ESTADO OTAONUISTA, FORMADO POR EURACA, EE.UU.N., LA OTAN,….Y CENTE OS DIVERSOS Y ESTRUCTURAS DE ACUERDOS INTER-IMPERIALISTAS-DE BLOQUES-POTENCIAS,…COMO EL CONSEJO RUSIA/OTAN,….Y DE RF DE RUSIA, CON ACUER ) PUESTAS YA ESTAS BASES,…RESULTA QUE LA EURACA, NO ESTÁ DE ACUERDO CON QUE SEA CATALUÑA UN ESTADO INDEPENDIENTE,…
A.2.- O, MEDITERRÁNEO,…ETC,…
A.3.- TAS DE QUE UN ESTADO INDEPENDIENTE FUERA CUASI ALIADO A ELLOS,…TENDRÍAN UN PIE EN LA EURACA,…¡¡¡¡¡. [[ — ASÍ, RUSIA, TENDRÍA, SIRIA-CATALU ÑA ESTADO INDEPENDIENTE REPÚBLICA, Y LA RP CHINA, TENDRÍA PRESENCIA EN EL MEDITERRÁNEO, CON PUERTOS Y AEROPUERTOS, PARA SUS DIVERS OS MEDIOS DE TRANSPORTES,…DE MERCANCÍAS DIVERSAS, MILITARES,..ETC,… — ]].
ADO OTANONUISTA, TENDRÍA UN REACOPLAMIENTO,…LA COSA ES ALCANZAR DENTRO DE ESE ESTADO MUNDIAL-MULTI-IMPERICAPITALISTA, LA CABEZA,…DONDE HASTA HOY EN DÍA ESTÁ SITUADA, AÚN, LOS USA/ESTADOUNIDENSES,…SIENDO A LA VEZ, EL LÍDER DE LA OTAN,…Y SE PUEDE DECIR DE LA ONU,…YA QUE IMPONE SUS PRETENSIONES,…Y SI NO LO CONSIGUE,….PUES MONTA UNA COALICIÓN,…LA LLAMAN COMUNI DAD INTERNACIONAL,…Y A GUERREAR, ATACAR A UN O A MÁS PAÍSES,…ETC,…¡¡¡¡, Y TO-ER-PERSONÁ-TUTI-CONTENTI-HA-HABLADO-EL GRAN JEFE/LÍDER GLOBAL ,…GLOB LES DE BASES Y PUESTOS POLÍTICOS-MILITARES-ECONÓMICOS-DIPLOMÁTICOS, EN EL MUNDO MUNDIAL,….Y UNA CAPACIDAD MILITAR QUE SUPERA CON CRECES AL DEL CONJUNTO RESTANTE, ASÍ, COMO DOS/TRES VECES,….CON MÁS DE TRES MILLONES DE SOLDADOS,…ETC,…Y UNA POTENCIA ECONÓMICA CONTROLADA DIRECTAMENTE DE MÁS DEL 20 POR CIENTO DEL TOTAL MUNDIAL: +,– , UN 22%., SI MAL NO RECUERDO AHORA. — ES SOLO MIRAR EN LA MÁQUINA O MIS DOCUMENTOS-ARCHIVO,…¡¡¡¡, LA EURACA DE LOS 15, TIENE SOBRE UN 16 POR CIENTO,…LA RP CHINA, SOBRE 12/15 %,…¡¡¡¡. — PERO NO SE OLVIDE,…LOS CAPITALES FINANCIEROS ESTÁN ENTRELAZADOS,…Y LOS ACCIONISTAS, INVERSORES,…YA CADA VEZ ESTÁ EN MENOS CONTROL, DE SUS DIGAMOS TITULARES,…LA MÁQUINA INVERSORA Y PRODUCTIVA-DISTRIBUIDORA DE RIQUEZAS CREADAS, ES CASI AUTÓNOMA,…GLOBALMENTE ACTUANDO,…CON PLANES QUINQUENALES, O SIMILARES,…¡¡¡¡.
B.1.- ) ASÍN,…QUE LAS ELECCIONES TIENEN CIERTA IMPORTANCIA,…PERO SIGUE SIENDO UN ASUNTO POLÍTICO DOMÉSTICUS,…ARGO DE GEOPOLÍTICA HAY POR MEDIO,…PERO NO TANTO,….Y CATALUÑA, ES UNA NI-ANTEPROYECTO DE ESTADO-INDEPENDIENTE,…NO TIENE PODER ORGANIZADO, PARA TAL EVENTO, Y PARA TAL POSIBILIDAD,…¡¡¡¡. POR ELLO, GANE QUIEN GANE SERÁ PARA VER, QUIENES SAQUEAN MEJOR LAS PLUSVALÍAS QUE HAYA QUE REPARTIR, QUE LAS DECIDE EL GOBIERNO CENTRAL Y LA EURACA CON SU CONSEJO Y COMISIÓN EUROPEA,…ADIOS MI DINERO, SEÑORES INDEPENDENTISTAS Y NO INDEPENDENTISTAS CONSTITUCIONALISTAS/HISPÁNICUS DIVERSUS-ESPÍRITU/78,…¡¡¡. ¡¡ DEJAROS YA DE PANTOMIMAS Y DE FALACIAS,…Y DE METER MIEDOS DE DIVERSAS ÍNDOLES,…¡¡¡¡. — SOBRE EL PROBLEMA DE ROMPER ESPAÑA, POR PARTE DE LOS CATALANES ANTI-ESPAÑA,…ETC,… — ¡¡¡. GRACIAS PORTÓ,…¡¡¡¡. Lmm/LukyMÁ. PORTAVOZ DEL «»GRUPO PROLETARIO»» ( G.C.P. INTERN. DE MÁLAGA. «NUEVO». – 2.000 – .).
HOLA DE NUEVO,... de Lm :,...ni compito, con nadie,...ni quiero ningun tipo de poder,...ni ná de ná,...es solo intelectualidad prolet, der rebalae malagueño, del alboran , de la euraca y der mundo-mundial,...nonos explayamos,...ellos los de colectivorc.org-germenrojo-web,...nombre,...y de vosotros como orga,...nosotros vamos a nuestro ritmo,....marcado desde hace décadas,...+,--, unas cinco ¡¡??¡¡. : La fase imperialista del capital, como resultado del desarrollo objetivo del proceso de producción capitalista, impulsa de una manera general el carácter universal de la Revolución Proletaria Mundial (RPM). Ello no suprime, sino que hace más necesario, que la revolución proletaria se realice en cada país, debido a la organización nacional del proceso de producción capitalista que entra en competencia con la cada vez más internacionalización de la producción impulsada por los mecanismos del desarrollo capitalista, siendo su motor el capital monopolista que hace que en su actuación haya una mayor concentración y centralización de los medios de producción, transcendiendo las barreras que imponen las fronteras nacionales, lo que hace que se conjugue dialécticamente el carácter universal de la revolución proletaria con el carácter particular de su realización. Con ello se cumple los dos aspectos que define a toda contradicción - --- LUKY : [[[[ ESTO ES UN GALIMATIAS,...DICE UNA VALORACION/PROPUESTA Y LO CONTRARIO ¡¡¡. LA REVOLUCIÓN SOCIAL DE LA HUMANIDAD, PROLET POPULAR MULTIPOPULAR ES UNIVERSAL E INTERCULTURAL,...Y NO ANALIZAN NI MENCIONAN LA REALIDAD DEL ESTADO IMPERICAPITALISTA/MULTI-IMPERICAPITALISTA : OTANONUISTA,..¡¡¡¡. ]]]] --- : ,...//.... ( VER ESTE MISMO ARCHIVO, SOBRE LA CUESTION, DE LAS ELECCIONES EN CATALUÑA,...¡¡ ). Lmm . 1h. española, de 13 Febrero de 2.021
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