En la propaganda del Primero de Mayo
de este año, el llamado Grupo Comunista Revolucionario de Colombia – GCR distribuyó
el comunicado “Se necesita, y es posible, una
verdadera REVOLUCIÓN”. Una declaración en apariencia revolucionaria pero
en esencia reaccionaria, que exige de los comunistas un enérgico rechazo.
En su comunicado, los jefes del GCR hacen declaraciones formales o
retóricas acerca de las condiciones, la necesidad y posibilidad de la
revolución; sin embargo, de conjunto su mensaje es desesperanzador y
claudicante, como hipócrita y lastimera su alusión al Centenario de la Gran
Revolución de Octubre.
Empezando por el significado de la
Revolución de Octubre, los jefes del GCR se limitan a decir: “A cuatro décadas del fin de la primera etapa de la
revolución, las calumnias, tergiversaciones y burdas mentiras sobre el
socialismo y el comunismo no hacen más que arreciar. Y el centenario de la
Revolución de Octubre de 1917 en Rusia, pone como exigencia arreciar también la
lucha por poner las cosas en claro al respecto”.
Sin embargo, no dejan nada en claro, porque la “nueva síntesis” de su
nuevo salvador Avakian renegó de la herencia de la Revolución de Octubre:
renegó de la idea según la cual la Revolución de Octubre inauguró la era de la
Revolución Proletaria Mundial; renegó de la necesidad de un Partido
revolucionario del proletariado; renegó de la necesidad de destruir el viejo
Estado de las clases explotadoras para instaurar un nuevo Estado de obreros y
campesinos armados; renegó de la necesidad de la Dictadura omnímoda del
Proletariado, necesaria para llevar a cabo la emancipación de los trabajadores
y acabar con las diferencias de clase. En el fondo, al eludir los asuntos
esenciales de la gran Revolución de Octubre, el revisionismo de la “nueva
síntesis de Avakian” y los jefes del GCR se unen a las “calumnias,
tergiversaciones y burdas mentiras sobre el socialismo…” propagadas por la
reacción.
Acerca de las posibilidades de la revolución su desesperanza y
claudicación se hace evidente cuando declaran:
“Lo
de la necesidad y la posibilidad de la revolución tampoco es una afirmación
retórica. Sí, a pesar de saludables brotes de resistencia, se ha venido
consolidando la tendencia a la CONTRA revolución en todo el mundo y el mismo
movimiento revolucionario se encuentra en una encrucijada, entre el camino
revolucionario y los callejones sin salida del reformismo demócratico-burgués y
del dogmatismo zombi que al no dejar “que los muertos entierren a sus muertos”
se van convirtiendo en un residuo del pasado que contribuye a dificultar el que
se revierta la tendencia actual.
En efecto, la apariencia del mundo burgués actual es la
tendencia a la reaccionarización de la sociedad, algo ya descrito por Lenin a
principios del siglo pasado en su obra El imperialismo fase superior de
capitalismo; sin embargo, la esencia del fenómeno
es el crecimiento vertiginoso de las fuerzas de la revolución ocasionadas
precisamente por la más profunda crisis económica del capitalismo imperialista,
que da cuenta de su avanzado estado de agonía. Una crisis que agrava la crisis
social mundial, exacerba todas las contradicciones del imperialismo y ocasiona
por doquier crisis políticas; todas ellas, condiciones magníficas para el
avance de la Revolución Proletaria Mundial. Situación que pone de manifiesto la
gran verdad ocultada por la “nueva
síntesis de Avakian” y los jefes del GCR, y que sirve de orientación al proletariado
revolucionario en su lucha por constituirse en Partido político independiente
en cada país como parte de una nueva Internacional Comunista: El mundo está maduro para la revolución, El
capitalismo imperialista está en crisis, ¡Viva el Socialismo y el Comunismo!
Una situación que en efecto brinda
grandes posibilidades que en las propias palabras del GCR “dependen de si se abordan o no los problemas con
el enfoque y método de la ciencia de la revolución”. Enfoque y método
de los cuales renegó Avakian y carecen los jefes del GCR convertidos en zombis
dogmáticos que copian y repiten como loros, al igual que los seguidores de
cualquier secta religiosa, las frases de su pastor, calificando de dogmáticos a
quienes defienden los fundamentos de la ciencia de la revolución, considerados
insuficientes por sus “nuevos enterradores. Una pretensión reaccionaria que,
objetivamente, los convierte en vulgares defensores de la esclavitud asalariada
y de la dictadura de los explotadores a nombre de un supuesto “comunismo
nuevo”, correctamente llamado por el Movimiento Comunista Internacional como
revisionismo post-maoísta.
En la Propuesta de Formulación de una Línea Para la Unidad del Movimiento
Comunista Internacional, presentado por la Unión Obrera Comunista
(mlm) a discusión del movimiento marxista leninista maoísta se caracteriza así,
esta nueva variante del oportunismo:
“El revisionismo de la llamada ‘Nueva
Síntesis’, al renunciar a la concepción marxista de la dirección del
movimiento 1.
regida por la ley dialéctica de la Negación de la Negación, termina renunciando
al reconocimiento marxista del determinismo en el movimiento de la materia y
haciendo una valoración derrotista y anti-obrera de la experiencia histórica en
el siglo XX: de la Dictadura del Proletariado, la construcción del socialismo,
el papel de Stalin y de la Internacional Comunista, sacando conclusiones
esencialmente idénticas a las del trotskismo y del jrushchovismo. La teoría
avakianista contra la ‘reificación del proletariado’ significa en realidad
repudiar su papel de vanguardia en la revolución y renegar de su Dictadura
omnímoda en el socialismo, calificándola de ‘totalitarismo’ y contra la cual
proclama la defensa del derecho burgués al disentimiento bajo el nuevo Estado 2,
idéntico a los reclamos Trotsky & Cía. en la URSS, de Liu Shao-chi y Ten
Siao-pin en China.” (Las citas son del original).
Esa es una caracterización exacta que
delimita los campos entre marxistas y revisionistas; por consiguiente, detrás
de la anatema dogmatismo zombi con que los
jefes del GCR pretenden asustar a los defensores de la ciencia revolucionaria,
se esconde su vergonzosa y vulgar renuncia a la revolución proletaria.
Pero, ¿qué es el dogmatismo?
Lenin decía que “No puede haber dogmatismo, donde el criterio
supremo y único de la doctrina es su conformidad con el proceso efectivo del
desarrollo económico social”. Endilgar a los marxistas “apego
cuasi-religioso” al pasado es, en el fondo, la vieja cantinela oportunista para
introducir como marxismo las reaccionarias teorías y raídas banderas burguesas
en el intento por impedir, ellos sí “que
los muertos entierren a sus muertos”.
Al contrario de los proletarios revolucionarios, que hacen avanzar la
ciencia de la revolución aprehendiendo las nuevas realidades y criticando la
experiencia de su movimiento sin abandonar los principios de la ciencia del
marxismo, los jefes del GCR se postran sumisamente, como zombis, a la autoridad
de su dios Avakian, aceptando como los fieles religiosos los dogmas de su nueva
fe sin demostración alguna.
Veamos solo dos perlas de la nueva fe en el propio comunicado del GCR:
“Como bien señala el Partido Comunista
Revolucionario, EU: El fascismo es una forma aún más grotesca y abiertamente
sanguinaria del mismo sistema, que representa horrores para la humanidad y el
planeta, más allá de lo que el actual sistema ya inflige a toda hora. Esta
relación de ser cualitativamente diferentes (¡sic!), a la vez que comparten una
esencia común, constituye ‘una unidad de opuestos’. Lo que se ha dado en
Estados Unidos no es el simple traspaso del poder de un burgués a otro. Como
forma de gobernar, el fascismo resuelve la contradicción entre la esencia y la
apariencia de la democracia burguesa al ejercer de forma abierta la dictadura
de clase burguesa. Es un cambio cualitativo.”
En un juego de palabras en apariencia dialéctico los jefes del GCR
retoman de sus padres y maestros del revisionista partido norteamericano un
verdadero galimatías que solo ellos entienden.
Es verdad que el fascismo es una forma de gobierno, un régimen más
grotesco y abiertamente sanguinario de la dictadura burguesa. Una sencilla
verdad que los seguidistas de la “nueva síntesis” convierten en una estupidez
al tratar de buscar la “unidad de opuestos” entre la “esencia común” ¿y…?
adivínelo quien pueda. Una tontería que hacen aparecer como si estuvieran
diciendo una gran cosa.
Ahora bien, no solo el régimen
fascista hace coincidir directamente la esencia con la apariencia del Estado
bajo el capitalismo; también existen dictaduras militares no fascistas que le
quitan el velo democrático a la dictadura de los capitalistas. Incluso gobiernos
cavernarios o de extrema derecha como el Trump no significa que sean fascistas.
El embrollo de la “nueva síntesis de Avakian” y de los dogmáticos jefes del GCR
consiste en que; en primer lugar, admiten o ven en el fascismo un régimen
especial, una cualidad diferente a
todos los regímenes burgueses; sin embargo, en segundo lugar, su “comunismo
nuevo” y seguidismo zombi los llevó a renunciar al análisis marxista de la
Internacional Comunista que explicó ese régimen político, no por sí mismo (la
política por la política) sino por su relación con los intereses económicos de
un sector de la burguesía monopolista, por la agudización extrema de las
contradicciones sociales y la necesidad de la burguesía de aplastar al
movimiento obrero: “la dictadura
terrorista abierta de los elementos más reaccionarios, más chovinistas y más
imperialistas del capital financiero”. Esta es la cualidad esencial que
diferencia al fascismo de los demás regímenes políticos bajo el capitalismo.
Por otro lado, la Internacional Comunista
dejo claro que el fascismo no era una forma de poder que estuviera por encima
de las clases sociales como argumentaban los oportunistas, ni era el poder de
la pequeña burguesía o del lumpenproletariado sobre el capital financiero como
especulaban algunos socialdemócratas. Dejó claro que cualquiera fuera la careta
con que se disfrazara, o la forma en que se presentara, o la forma en que
subiera al Poder: “el fascismo es la
más feroz ofensiva del capital contra las masas trabajadoras; el fascismo es el
chovinismo más desenfrenado y la guerra de rapiña; el fascismo es la reacción
feroz y la contrarrevolución; el fascismo es el peor enemigo de la clase obrera
y de todos los trabajadores.” ¿Qué agrega la “nueva síntesis
de Avakian” y el dogmatismo zombi de los jefes del GCR a esta correcta
caracterización? Nada, palabrería insulsa y galimatías confusos sobre esencia y
apariencia.
Y, ¿qué propone la nueva religión que
se presenta como “nuevo comunismo”?, veamos:
“Para los comunistas revolucionarios allí [en Estados Unidos], ‘el enfoque […] al enfrentarse al fascismo no es volver a lo que ‘había’ durante Obama-Clinton sino avanzar hacia el reemplazo del maldito sistema entero y la creación de una sociedad radicalmente diferente y mucho mejor’. En contraste, el enfoque del ‘frente unido contra el fascismo’, en las décadas de 1930 y 1940 (y que aún campea entre quienes critican sin razón al PCR) erróneamente separaba el fascismo del sistema capitalista-imperialista.”
“Para los comunistas revolucionarios allí [en Estados Unidos], ‘el enfoque […] al enfrentarse al fascismo no es volver a lo que ‘había’ durante Obama-Clinton sino avanzar hacia el reemplazo del maldito sistema entero y la creación de una sociedad radicalmente diferente y mucho mejor’. En contraste, el enfoque del ‘frente unido contra el fascismo’, en las décadas de 1930 y 1940 (y que aún campea entre quienes critican sin razón al PCR) erróneamente separaba el fascismo del sistema capitalista-imperialista.”
En esta perla del “genial nuevo” “enfoque y método” los jefes del GCR
repiten como zombis otro dogma de fe de su nuevo salvador, con el agravante de
calumniar y falsificar la historia, poniendo en evidencia no solo su mala fe
sino la insensatez de su “enfoque”.
Ya vimos, y cualquiera que conozca un poco de historia sabrá que la
Internacional Comunista no se propuso jamás “volver a lo que estaba antes” del
ascenso del fascismo y mucho menos separó el régimen fascista del sistema
imperialista como afirman el PCR y los jefes del GCR. Esta es una vil calumnia
y una falsificación histórica que pone en evidencia el viejo método oportunista
de endilgarle al contradictor afirmaciones falsas para refutarlas.
En relación al frente único, la Internacional Comunista planteó la
necesidad de que el proletariado se uniera como un solo puño para, en alianza
con la pequeña burguesía principalmente, enfrentar el fascismo. ¿Qué tiene esta
orientación de incorrecta? Veamos cómo se planteó el problema en el VII
Congreso de la Internacional Comunista por Jorge Dimitrov, uno de sus
principales dirigentes:
“La clase obrera
tiene que saber aprovechar las contradicciones y conflictos existentes en el
campo de la burguesía, pero no debe hacerse ilusiones de que el fascismo puede
asfixiarse por sí solo. El fascismo no se derrumbará automáticamente. Sólo la
actividad revolucionaria de la clase obrera hará que los conflictos, que surgen
inevitablemente en el campo de la burguesía, se aprovechen para minar la
dictadura fascista y derribarla.
“Esto significa, en
primer lugar, la lucha conjunta por descargar de un modo efectivo las
consecuencias de la crisis sobre las espaldas de las clases dominantes, sobre
las espaldas de los capitalistas, de los terratenientes, en una palabra, sobre
las espaldas de los ricos.
“Significa, en segundo lugar, la
lucha conjunta contra todas las formas de la ofensiva fascista, por la defensa
de las conquistas y derechos de los trabajadores, contra la liquidación de las
libertades democrático-burguesas.
“Significa, en tercer lugar, la lucha conjunta contra el peligro cada vez más inminente de la guerra imperialista, lucha que dificultaría la preparación de esta guerra.”
“Significa, en tercer lugar, la lucha conjunta contra el peligro cada vez más inminente de la guerra imperialista, lucha que dificultaría la preparación de esta guerra.”
Y respecto el Frente Popular Antifascista Dimitrov expresó lo siguiente:
“En la movilización de las masas
trabajadoras para la lucha contra el fascismo, tenemos como tarea especialmente
importante la creación de un extenso frente popular antifascista
sobre la base del frente único proletario. El éxito de toda la lucha
del proletariado va íntimamente unido a la creación de la alianza de lucha del
proletariado con el campesinado trabajador y con las masas más importantes de
la pequeña burguesía urbana, que forman la mayoría de la población incluso en
los países industrialmente desarrollados.” (Destacado en el original).
Solo los revisionistas y trotskistas,
gentes sin principios, falsificadores y calumniadores como Avakian y los jefes
del GCR se atreven a difamar la Internacional adjudicándole cosas que no dijo
ni hizo para desprestigiarla y minar su legado. La valoración sobre la
actuación de la Internacional Comunista respecto al Frente Único, hecha por la
Unión Obrera Comunista (mlm) en su Propuesta de Formulación de una Línea para la Unidad del Movimiento
Comunista Internacional es la siguiente:
“La Internacional
Comunista trazó correctamente la táctica de Frente Único Antifascista, la cual
condujo a la victoria —encabezada por el Ejército Rojo y el heroico pueblo de
la URSS— sobre la reacción nazi fascista; también en China, donde fue aplicada
consecuentemente, llevó al triunfo de la Revolución de Nueva Democracia. Sin
embargo, la táctica de Frente Único Antifascista fue tergiversada por una nueva
forma de oportunismo: el browderismo, surgida en el Partido Comunista de
Estados Unidos, ante el cambio de la situación representada en el hecho
objetivo de un bloque de países imperialistas enfrentado al fascismo y al
nazismo; un cambio interpretado como escisión progresista del imperialismo,
como cese de la contradicción antagónica entre el proletariado y la burguesía
antifascista, que hacía innecesaria la revolución proletaria en países
imperialistas como Estados Unidos. El oportunismo browderista, que deformó la
correcta línea de Frente Único de la Internacional en una línea oportunista de
conciliación con el imperialismo estadounidense, fue acogido por algunos
Partidos Comunistas y combatido por otros, como preámbulo de la gran e
inevitable lucha entre el Marxismo Leninismo y el revisionismo jrushchovista.”
“El Comité Ejecutivo no clarificó a
fondo en el movimiento, el carácter de los compromisos de la URSS con Estados
Unidos, Gran Bretaña y Francia, explicando que ‘Tales compromisos no requieren
que los pueblos de los países del mundo capitalista hagan iguales compromisos
en sus respectivos países’ 3.”
(Cita del original).
Una valoración revolucionaria que se apoya en los hechos históricos y no
en las calumnias de los enemigos de la clase obrera; una valoración que
reconoce los aciertos y critica los errores deslindado con los oportunistas del
tipo “nueva síntesis” y del seguidismo zombi de los jefes del GCR.
Habiendo calumniado al proletariado
revolucionario y tergiversado la historia, y habiendo renegado del método
materialista dialéctico, del punto de vista del socialismo científico y de la
posición de clase del proletariado, aun así, la “nueva síntesis de Avakian” y
los seguidistas zombis jefes del GCR se atreven a declarar pomposamente: “avanzar hacia el reemplazo del maldito sistema
entero y la creación de una sociedad radicalmente diferente y mucho mejor”.
Incluso admitiendo que el de Trump
sea un régimen fascista, ¿Cómo realizarán el milagro de cambiar el sistema
entero y avanzar a “la creación de una
sociedad radicalmente diferente y mucho mejor”?, ¿Cuál es el
plan, la estrategia y la táctica que supera la orientación de la Internacional
Comunista para que el proletariado revolucionario enfrente el fascismo?
¡Nada! Solo palabrería huera: “Hay una ‘ventana de oportunidad’ para que los
revolucionarios en las entrañas de la bestia imperialista logren avanzar en sus
esfuerzos de dirigir a miles y luego a millones, en un movimiento para
la revolución, con el fin de parar al régimen de Trump/Pence, antes de que
se consolide. Es criminal llamar a ‘esperar a ver’. El pueblo de Estados Unidos
y de todas partes requiere del apoyo en todo el mundo para hacer reales las
posibilidades de triunfar. No existe ninguna garantía de triunfo. Pero lo que
si (sic) está garantizado es que sin lucha las perspectivas no pueden ser
peores.” (Destacado en el original).
Palabrería que ni siquiera tiene el
“humanista” llamado del partido revisionista de Avakián: “¡El Régimen de Trump Y Pence Tiene Que Marcharse!
En nombre de la humanidad, ¡nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos
fascista!”. Palabrería que termina, a pesar de la supuesta radicalidad de lucha
contra el sistema, sirviendo para arrastrar al pueblo como furgón de cola a los
sectores de la burguesía que se oponen a Trump.
Con semejante seguidismo zombi los
jefes del Grupo Comunista Revolucionario jamás podrán convencer a los obreros
de vanguardia y a los revolucionarios de las bondades de su nueva fe así la
disfracen de nuevo comunismo; simplemente, porque sus teorías revisionistas son
las viejas y raídas banderas de la burguesía, que a estas alturas se hizo una
clase anacrónica y reaccionaria, convertida en el principal estorbo para el
desarrollo de la sociedad. Son Avakian y sus seguidistas dogmáticos quienes
tratan de impedir “que los muertos
entierren a sus muertos”.
1. Renuncia compartida pública y generalizada, de los
partidos maoístas de derecha, de centro y de “izquierda”, en una prueba al
canto de hasta donde ha llegado el grado de confusión en el MCI.
2. Así el avakianismo transporta a las filas
comunistas y en letras de molde “marxista”, las ya muy trabajadas teorías
antiobreras de la literatura burguesa socialdemócrata, de Tony Negri, de la
intelectualidad pequeñoburguesa “postmarxista”…, todas, todas en el propósito
expreso de combatir la Dictadura del Proletariado y el socialismo bajo su
gobierno.
Muy buen articulo. Hay que hacerlo circular por todos los medios posible. Felicitaciones por ello
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