sábado, 9 de diciembre de 2017

Intervención del Partido CARC en la Conferencia para la Celebración del Centenario de la Revolución de Octubre



Amsterdam, 23 de septiembre de 2017
Queridas y queridos camaradas,
los saludamos a todas y todos y agradecemos a las y los camaradas que han organizado esta conferencia. Nos están dando la oportunidad de celebrar el Centenario de la Revolución de Octubre con varios camaradas del Movimiento Comunista Internacional, y en particular con las y los comunistas de los países imperialistas. Con ellas y ellos, en particular, estamos interesados en desarrollar el debate. Es el debate sobre la tarea de hacer la revolución en un país imperialista, un objetivo aún no alcanzado en el Movimiento Comunista Internacional.

Hacer la revolución en su país es para las y los comunistas de los países imperialistas y sus partidos la mejor manera de construir la revolución socialista a partir de la Revolución de Octubre, y avanzar en el camino que Lenin y Stalin han trazado y aplanado. Sin duda, es la mejor manera de celebrar el Centenario de la Revolución de Octubre. Stalin lo dijo de la mejor manera con las palabras que cito:
¿Qué necesitan los proletarios para ganar en Occidente? En primer lugar, tener confianza en su propia fuerza, comprender que la clase obrera puede prescindir de la burguesía, que la clase obrera no solo es capaz de demoler lo viejo, sino también de construir lo nuevo, construir el socialismo. Todas las actividades de la socialdemocracia consisten en instilar escepticismo en la clase obrera, desconfianza en sus propias fuerzas, desconfianza en la capacidad de ganar a la fuerza contra la burguesía. Todas nuestras actividades, todo lo que hemos construido, significa esto: convencer a la clase obrera de los países capitalistas de que la clase obrera puede prescindir de la burguesía y construir una nueva sociedad con sus propias fuerzas.
(...)
Y una vez que los trabajadores de los países capitalistas habrán alcanzado la plena confianza en su propia fuerza, vamos a estar seguros de que este será el principio del fin del capitalismo y el signo de la certeza de la victoria de la revolución proletaria” (Informe Político del Comité Central del 18 de diciembre 1925).
Según Stalin, por lo tanto, la revolución socialista en los países imperialistas era posible, necesaria y estaba directamente relacionada con el trabajo para construir el socialismo en la Unión Soviética. Lenin pensó lo mismo. El Partido CARC y el (nuevo) Partido Comunista Italiano están de acuerdo con ellos, y piensan que hacer la revolución socialista en un país imperialista era posible en ese momento y todavía es posible. Entonces hoy están trabajando para hacer de Italia un nuevo país socialista.
Estamos aquí para discutir los factores que han permitido el surgimiento del revisionismo. ¿Están de acuerdo con Lenin y Stalin en que era posible hacer una revolución socialista en algún país imperialista? Si lo están, también tendrán que aceptar que el no hacerlo ha debilitado el trabajo de construir el socialismo. Esto debilitó a la izquierda en los partidos que dirigieron los primeros países socialistas y fortaleció a la derecha, aquellos que se convertirían en dirigentes revisionistas. De hecho, este es el principal factor externo de desviación en los primeros países socialistas, junto con la masacre de las y los mejores comunistas entre los 20 millones que cayeron en los cuatro años de la agresión nazista
El principal factor interno fue que la izquierda no entendió cómo la lucha de clases en los países socialistas continúa, la nueva burguesía se forma entre los dirigentes del Partido Comunista, del Estado, de la economía y de otras instituciones sociales. En el Partido Comunista (Bolchevique) de la Unión Soviética había dos líneas y dos formaciones, una de izquierda y otra de derecha. La izquierda incluía a aquellos que querían abrir un nuevo camino y construir un nuevo orden social, la derecha incluía a aquellos que promovían las viejas soluciones a los nuevos desafíos que el socialismo estaba construyendo, las soluciones capitalistas. Sin duda, la izquierda dirigió una lucha ininterrumpida contra la derecha. Stalin lo hizo contra Trotzky, Bucharin, Zinoviev y otros. Sin embargo, la izquierda no tenía una comprensión materialistico-dialéctica de la lucha de clases en la sociedad socialista o de la lucha entre dos líneas en el partido. A menudo actuaron a ciegas, con una mentalidad metafísica, por lo que no pudieron evitar que la derecha tomara el poder en el XX Congreso del PCUS en 1956
No desarrollaron lo suficiente la concepción comunista del mundo, la ciencia de las actividades con las cuales las mujeres y los hombres hacen su historia, la teoría que fue la base para el camino a la victoria del partido de Lenin y sus compañeros en Rusia, a partir de 1903 hasta 1917. Esa teoría fue el desarrollo del marxismo, y dada la contribución de Lenin, se lo llamó marxismo-leninismo. Impulsado por esta teoría, el movimiento comunista se expandió y se extendió enormemente por todo el mundo. Sin embargo, esto no fue suficiente para evitar que los revisionistas prevalecieran, ni para hacer la revolución socialista en ningún país imperialista, a pesar del heroísmo y de los sacrificios de tanta personas. Lo que faltaba era el desarrollo de la ciencia, no la falta de dedicación, voluntad, pasión o heroísmo.
El P-CARC, por lo tanto, comparte lo que dice el (n)PCI: hay que desarrollar la ciencia para ganar, para derrotar a la burguesía imperialista y a los revisionistas, que son sus voceros dentro de la clase obrera y dentro de su Partido Comunista.
Mao desarrolló esta ciencia, que era el marxismo-leninismo y que se convirtió por lo tanto en marxismo-leninismo-maoísmo. El maoísmo produjo varias contribuciones importantes al avance del pensamiento comunista. Dos de ellas eran las que hemos mencionado anteriormente: la primera es que en los países socialistas la burguesía se encuentra en el partido, en el estado, en la economía y en otras instituciones sociales, y la otra es que la lucha entre las dos líneas debe perseguirse como una herramienta para defender al partido de la influencia de la burguesía y desarrollarlo. Antes dijimos que la izquierda del movimiento comunista en los países socialistas no elaboró principios científicos sobre este tema, y esa fue la razón por la cual no pudieron evitar que los revisionistas tomaran el poder. Entonces, el maoísmo, con sus dos contribuciones, nos permite comprender la razón del surgimiento de los revisionistas.
El otro factor que allanó el camino para el revisionismo en los primeros países socialistas fue que no hubo una revolución socialista en los países imperialistas. Esta era una tarea que solo los partidos comunistas de los países imperialistas y sus dirigentes podrían implementar. El maoísmo produjo una contribución adicional que permitió a los comunistas de los países imperialistas hacer la revolución socialista. El (n)PCI lo dice en una de sus intervenciones: la revolución socialista no estalla, sino se construye, es como una guerra, una guerra popular revolucionaria prolongada. Todas las revoluciones exitosas han seguido hasta ahora esta estrategia, a partir de la promovida en Rusia por el Partido de Lenin, en particular entre 1903 y 1917. Mao Tse-tung fue el primero que además de practicarla también la teorizó, a raíz de Engels, quien en 1895 había esbozado esta teoría.
La definición científica de la guerra popular revolucionaria prolongada dada por el maoísmo es consistente con Engels, que en 1895 dijo que la revolución socialista no es un levantamiento espontáneo de las masas, del cual las y los comunistas tomarían la dirección, sino es un proceso que debe ser llevado a cabo por la clase obrera y su partido dentro de la sociedad dominada por la burguesía. Antonio Gramsci también estuvo de acuerdo con Engels y Mao Tse-tung. Dijo claramente que la revolución socialista tenía que ser hecha como una guerra (una guerra de posición, dijo) y criticó a todos los dirigentes comunistas que habían dicho que la revolución socialista era una insurrección (principalmente Trotsky, pero también Rosa Luxemburg). “Esperar el estallido de la revolución es pasividad”, dijo Gramsci. Es como hacían lo que pertenecían a las clases oprimidas cuando creían en la justicia divina y en la providencia, dijo. Convertirse en revolucionarios comporta el activarse y construir la revolución por el socialismo, lo que lleva a la teoría revolucionaria, una ciencia que sólo las y los comunistas pueden procesar y sólo la clase obrera puede asimilar, y que el enemigo de clase no es capaz de entender. Este es el pensamiento de Gramsci sobre la estrategia de la Revolución Socialista.
Como dije antes, la revolución socialista es posible en todas partes, incluso en los países imperialistas. Cada partido en un país imperialista puede hacer una revolución en su propio país. Si no lo hace, quiere decir que no es capaz de hacerlo, y no que no hay condiciones por hacerlo. Significa que su concepción es incorrecta. Si un partido espera la llegada de la revolución, si espera la llegada de la revolución desde el exterior, si espera que la revolución brote al mismo tiempo en todo el mundo, lo que hace está equivocado. Las condiciones objetivas para la revolución socialista en los países imperialistas existen desde más de un siglo, según Lenin y Stalin. No se puede importar ninguna revolución en ningún país imperialista. Una revolución mundial instantánea es una palabrería: la revolución mundial puede haber lugar como una combinación de las revoluciones proletarias en varios países, ya que cada país es diferente y requiere diferentes tiempos y modos. Esta es otra lección que aprendemos de la Revolución de Octubre, que no se habría hecho si las y los dirigentes comunistas hubieran esperado la revolución mundial.
En Italia, la clase obrera y las masas populares se están organizando espontáneamente. Crean organizaciones obreras y populares para hacer frente a los peores efectos de la crisis, la lucha por los derechos de las obreras y los obreros, de todas y todos las trabajadoras y los trabajadores, mujeres, jóvenes, estudiantes, para defender la Constitución, para proteger el medio ambiente, para hacer frente a los efectos de los temblores de la tierra, de las inundaciones y de otros desastres que el estado de la burguesía no hace nada por evitar. Estas organizaciones necesitan un gobierno que dé fuerza de ley a lo que están haciendo. Será un gobierno de emergencia impuesto por las masas populares sobre la burguesía imperialista y el Vaticano. Hay condiciones objetivas para este tipo de gobierno, partidos políticos y organizaciones que comparten el camino para la revolución socialista trazado por el (n) PCI, entre ellos el Partido CARC, que están trabajando para crear las condiciones que lo hacen posible.
Hoy, crear estas condiciones en Italia significa hacer la revolución socialista. Este gobierno seguirá siendo un gobierno que también será dirigido por elementos de la burguesía. Sin embargo, serán la c obrera y su partido comunista a poner en práctica la estrategia para la revolución socialista en una mejor posición para llevar adelante la guerra en una posición más avanzada hacía la realización de la revolución socialista y el establecimiento de la dictadura del proletariado.
Todos estos argumentos que estamos ilustrando aquí son nuevos, y no es posible sintetizarlos en una sola intervención.
Los explicaremos en detalle a todas y todos los que quieran discutirlos con nosotras y nosotros. También estamos experimentando lo que decimos en la lucha de clases en Italia. Queremos ganar tan pronto como sea posible, no sólo para acabar con la opresión de la burguesía imperialista y el Vaticano en nuestro país, sino también para contribuir a la nueva oleada de revoluciones proletarias que está creciendo y en honor a todas y todos las y los comunistas que luchaban en el siglo pasado, en Italia y en otros lugares.

¡Que viva la Revolución de Octubre!
¡Que viva el Movimiento Comunista Internacional!
¡Hagamos de Italia un nuevo país socialista!

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