Amsterdam, 23 de septiembre de 2017
Queridas y queridos camaradas,
los saludamos a todas y todos y agradecemos a las y los camaradas que han
organizado esta conferencia. Nos están dando la oportunidad de celebrar el
Centenario de la Revolución de Octubre con varios camaradas del Movimiento
Comunista Internacional, y en particular con las y los comunistas de los países
imperialistas. Con ellas y ellos, en particular, estamos interesados en
desarrollar el debate. Es el debate sobre la tarea de hacer la revolución en un
país imperialista, un objetivo aún no alcanzado en el Movimiento Comunista
Internacional.
Hacer la revolución en su país es para las y los comunistas de los países
imperialistas y sus partidos la mejor manera de construir la revolución
socialista a partir de la Revolución de Octubre, y avanzar en el camino que
Lenin y Stalin han trazado y aplanado. Sin duda, es la mejor manera de celebrar
el Centenario de la Revolución de Octubre. Stalin lo dijo de la mejor manera
con las palabras que cito:
“¿Qué necesitan los proletarios para ganar en Occidente? En primer
lugar, tener confianza en su propia fuerza, comprender que la clase obrera
puede prescindir de la burguesía, que la clase obrera no solo es capaz de
demoler lo viejo, sino también de construir lo nuevo, construir el socialismo.
Todas las actividades de la socialdemocracia consisten en instilar escepticismo
en la clase obrera, desconfianza en sus propias fuerzas, desconfianza en la
capacidad de ganar a la fuerza contra la burguesía. Todas nuestras actividades,
todo lo que hemos construido, significa esto: convencer a la clase obrera de los
países capitalistas de que la clase obrera puede prescindir de la burguesía y
construir una nueva sociedad con sus propias fuerzas.
(...)
Y una vez que los trabajadores de los países capitalistas habrán alcanzado
la plena confianza en su propia fuerza, vamos a estar seguros de que este será
el principio del fin del capitalismo y el signo de la certeza de la victoria de
la revolución proletaria” (Informe Político del
Comité Central del 18 de diciembre 1925).
Según Stalin, por lo tanto, la revolución socialista en los países
imperialistas era posible, necesaria y estaba directamente relacionada con el
trabajo para construir el socialismo en la Unión Soviética. Lenin pensó lo
mismo. El Partido CARC y el (nuevo) Partido Comunista Italiano están de acuerdo
con ellos, y piensan que hacer la revolución socialista en un país imperialista
era posible en ese momento y todavía es posible. Entonces hoy están trabajando
para hacer de Italia un nuevo país socialista.
Estamos aquí para discutir los factores que han permitido el surgimiento
del revisionismo. ¿Están de acuerdo con Lenin y Stalin en que era posible hacer
una revolución socialista en algún país imperialista? Si lo están, también
tendrán que aceptar que el no hacerlo ha debilitado el trabajo de construir el
socialismo. Esto debilitó a la izquierda en los partidos que dirigieron los
primeros países socialistas y fortaleció a la derecha, aquellos que se
convertirían en dirigentes revisionistas. De hecho, este es el principal factor
externo de desviación en los primeros países socialistas, junto con la masacre
de las y los mejores comunistas entre los 20 millones que cayeron en los cuatro
años de la agresión nazista
El principal factor interno fue que la izquierda no entendió cómo la lucha
de clases en los países socialistas continúa, la nueva burguesía se forma entre
los dirigentes del Partido Comunista, del Estado, de la economía y de otras
instituciones sociales. En el Partido Comunista (Bolchevique) de la Unión
Soviética había dos líneas y dos formaciones, una de izquierda y otra de
derecha. La izquierda incluía a aquellos que querían abrir un nuevo camino y
construir un nuevo orden social, la derecha incluía a aquellos que promovían
las viejas soluciones a los nuevos desafíos que el socialismo estaba construyendo,
las soluciones capitalistas. Sin duda, la izquierda dirigió una lucha
ininterrumpida contra la derecha. Stalin lo hizo contra Trotzky, Bucharin,
Zinoviev y otros. Sin embargo, la izquierda no tenía una comprensión
materialistico-dialéctica de la lucha de clases en la sociedad socialista o de
la lucha entre dos líneas en el partido. A menudo actuaron a ciegas, con una
mentalidad metafísica, por lo que no pudieron evitar que la derecha tomara el
poder en el XX Congreso del PCUS en 1956
No desarrollaron lo suficiente la concepción comunista del mundo, la
ciencia de las actividades con las cuales las mujeres y los hombres hacen su
historia, la teoría que fue la base para el camino a la victoria del partido de
Lenin y sus compañeros en Rusia, a partir de 1903 hasta 1917. Esa teoría fue el
desarrollo del marxismo, y dada la contribución de Lenin, se lo llamó
marxismo-leninismo. Impulsado por esta teoría, el movimiento comunista se
expandió y se extendió enormemente por todo el mundo. Sin embargo, esto no fue
suficiente para evitar que los revisionistas prevalecieran, ni para hacer la
revolución socialista en ningún país imperialista, a pesar del heroísmo y de
los sacrificios de tanta personas. Lo que faltaba era el desarrollo de la
ciencia, no la falta de dedicación, voluntad, pasión o heroísmo.
El P-CARC, por lo tanto, comparte lo que dice el (n)PCI: hay que
desarrollar la ciencia para ganar, para derrotar a la burguesía imperialista y
a los revisionistas, que son sus voceros dentro de la clase obrera y dentro de
su Partido Comunista.
Mao desarrolló esta ciencia, que era el marxismo-leninismo y que se
convirtió por lo tanto en marxismo-leninismo-maoísmo. El maoísmo produjo varias
contribuciones importantes al avance del pensamiento comunista. Dos de ellas
eran las que hemos mencionado anteriormente: la primera es que en los países
socialistas la burguesía se encuentra en el partido, en el estado, en la
economía y en otras instituciones sociales, y la otra es que la lucha entre las
dos líneas debe perseguirse como una herramienta para defender al partido de la
influencia de la burguesía y desarrollarlo. Antes dijimos que la izquierda del
movimiento comunista en los países socialistas no elaboró principios
científicos sobre este tema, y esa fue la razón por la cual no pudieron evitar
que los revisionistas tomaran el poder. Entonces, el maoísmo, con sus dos
contribuciones, nos permite comprender la razón del surgimiento de los
revisionistas.
El otro factor que allanó el camino para el revisionismo en los primeros países
socialistas fue que no hubo una revolución socialista en los países
imperialistas. Esta era una tarea que solo los partidos comunistas de los
países imperialistas y sus dirigentes podrían implementar. El maoísmo produjo
una contribución adicional que permitió a los comunistas de los países
imperialistas hacer la revolución socialista. El (n)PCI lo dice en una de sus
intervenciones: la revolución socialista no estalla, sino se construye, es como
una guerra, una guerra popular revolucionaria prolongada. Todas las
revoluciones exitosas han seguido hasta ahora esta estrategia, a partir de la
promovida en Rusia por el Partido de Lenin, en particular entre 1903 y 1917.
Mao Tse-tung fue el primero que además de practicarla también la teorizó, a
raíz de Engels, quien en 1895 había esbozado esta teoría.
La definición científica de la guerra popular revolucionaria prolongada
dada por el maoísmo es consistente con Engels, que en 1895 dijo que la
revolución socialista no es un levantamiento espontáneo de las masas, del cual
las y los comunistas tomarían la dirección, sino es un proceso que debe ser
llevado a cabo por la clase obrera y su partido dentro de la sociedad dominada
por la burguesía. Antonio Gramsci también estuvo de acuerdo con Engels y Mao
Tse-tung. Dijo claramente que la revolución socialista tenía que ser hecha como
una guerra (una guerra de posición, dijo) y criticó a todos los dirigentes
comunistas que habían dicho que la revolución socialista era una insurrección
(principalmente Trotsky, pero también Rosa Luxemburg). “Esperar el estallido de
la revolución es pasividad”, dijo Gramsci. Es como hacían lo que pertenecían a
las clases oprimidas cuando creían en la justicia divina y en la providencia,
dijo. Convertirse en revolucionarios comporta el activarse y construir la
revolución por el socialismo, lo que lleva a la teoría revolucionaria, una
ciencia que sólo las y los comunistas pueden procesar y sólo la clase obrera
puede asimilar, y que el enemigo de clase no es capaz de entender. Este es el
pensamiento de Gramsci sobre la estrategia de la Revolución Socialista.
Como dije antes, la revolución socialista es posible en todas partes,
incluso en los países imperialistas. Cada partido en un país imperialista puede
hacer una revolución en su propio país. Si no lo hace, quiere decir que no es
capaz de hacerlo, y no que no hay condiciones por hacerlo. Significa que su
concepción es incorrecta. Si un partido espera la llegada de la revolución, si
espera la llegada de la revolución desde el exterior, si espera que la
revolución brote al mismo tiempo en todo el mundo, lo que hace está equivocado.
Las condiciones objetivas para la revolución socialista en los países
imperialistas existen desde más de un siglo, según Lenin y Stalin. No se puede
importar ninguna revolución en ningún país imperialista. Una revolución mundial
instantánea es una palabrería: la revolución mundial puede haber lugar como una
combinación de las revoluciones proletarias en varios países, ya que cada país
es diferente y requiere diferentes tiempos y modos. Esta es otra lección que
aprendemos de la Revolución de Octubre, que no se habría hecho si las y los
dirigentes comunistas hubieran esperado la revolución mundial.
En Italia, la clase obrera y las masas populares se están organizando
espontáneamente. Crean organizaciones obreras y populares para hacer frente a
los peores efectos de la crisis, la lucha por los derechos de las obreras y los
obreros, de todas y todos las trabajadoras y los trabajadores, mujeres,
jóvenes, estudiantes, para defender la Constitución, para proteger el medio
ambiente, para hacer frente a los efectos de los temblores de la tierra, de las
inundaciones y de otros desastres que el estado de la burguesía no hace nada
por evitar. Estas organizaciones necesitan un gobierno que dé fuerza de ley a
lo que están haciendo. Será un gobierno de emergencia impuesto por las masas
populares sobre la burguesía imperialista y el Vaticano. Hay condiciones
objetivas para este tipo de gobierno, partidos políticos y organizaciones que
comparten el camino para la revolución socialista trazado por el (n) PCI, entre
ellos el Partido CARC, que están trabajando para crear las condiciones que lo
hacen posible.
Hoy, crear estas condiciones en Italia significa hacer la revolución
socialista. Este gobierno seguirá siendo un gobierno que también será dirigido
por elementos de la burguesía. Sin embargo, serán la c obrera y su partido
comunista a poner en práctica la estrategia para la revolución socialista en
una mejor posición para llevar adelante la guerra en una posición más avanzada
hacía la realización de la revolución socialista y el establecimiento de la
dictadura del proletariado.
Todos estos argumentos que estamos ilustrando aquí son nuevos, y no es
posible sintetizarlos en una sola intervención.
Los explicaremos en detalle a todas y todos los que quieran discutirlos con
nosotras y nosotros. También estamos experimentando lo que decimos en la lucha
de clases en Italia. Queremos ganar tan pronto como sea posible, no sólo para
acabar con la opresión de la burguesía imperialista y el Vaticano en nuestro
país, sino también para contribuir a la nueva oleada de revoluciones
proletarias que está creciendo y en honor a todas y todos las y los comunistas que
luchaban en el siglo pasado, en Italia y en otros lugares.
¡Que viva la Revolución de Octubre!
¡Que viva el Movimiento Comunista Internacional!
¡Hagamos de Italia un nuevo país socialista!
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